La víctima, Deolinda Paredes, tenía 24 años y estudiaba para ser profesora de Inglés. Tenía una relación de años con su patrona.

 

Una niñera murió y su patrona quedó internada, por haber inhalado monóxido de carbono.
Ocurrió en la casa de Erica Pujado (38), ubicada en Suipacha 366 (S), en Capital.

Según fuentes policiales, la víctima fatal, Deolinda del Valle Paredes (24), estaba alojada allí desde el viernes. Es que además de la relación laboral, se conocían desde hacía años y la patrona le permitía quedarse. Pero todo terminó en desgracia. El pasado domingo, a eso de las 16, un familiar de Pujado entró a la vivienda (los hijos de Pujado no estaban) y halló a ambas inconscientes. La que peor estaba era Paredes: agonizaba en la ducha e intentaron reanimarla, pero no hubo caso. La suerte de su patrona fue distinta, pues llegó viva al Marcial Quiroga y ayer ya estaba fuera de peligro, informó la Policía. Los investigadores trataban de establecer cómo se intoxicaron. Descubrieron que el calefón no tenía chimenea, al igual que un calefactor (no es tiro balanceado) que además no tenía válvula de seguridad, indicaron. El combo fatal fue que la casa no tenía ventilación, pues las ventanas estaban herméticamente cerradas, y las rejillas de ventilación estaban obstruidas. ¿Por qué una sí y la otra no? En la Policía creen que estuvieron expuestas a distintos niveles e intensidades de gas dentro de la cada y, además, indicaron que cada organismo puede responder de manera distinta al mismo fenómeno.

También investigan si hubo una conexión clandestina. "Al parecer estaba enganchada a otra conexión de gas, pues no tiene ni gabinete", dijo un jefe policial.