La labor docente no siempre es bien reconocida. Aun en la tierra de Sarmiento, hay quienes poco valoran al maestro. Y al cumplir sus objetivos, logrando cambios socio-culturales en la comunidad, los trasladan a otras escuelas, dejándolos en el olvido. Esta es la historia de una maestra, hija de maestros sanjuaninos, quien recién recibida, en 1940, eligió una escuela en las serranías de Valle Fértil. Así llegó como maestra directora (personal único), Delfa Esther Saso de Bustos. Su destino era la Escuela Nacional Nº 54 de La Majadita, a 10 km de la villa cabecera. Tenía un caballo como único medio de transporte. Recorrió los puestos del sector, inscribió niños, algunos a 20 kilómetros de distancia. Trabajó domingos, feriados y soportó los rigores del clima. En aquella época unía este pueblo con la Villa San Agustín, una huella pedregosa y zigzagueante, rodeada de montes por las crecidas del río en verano. Por ello incentivó a los vecinos a construir un camino mejor, al menos más transitable. Además, con el respaldo de la Sociedad Cooperadora que ella misma creó, abrió y mejoró los senderos de los puestos más alejados, logrando la asistencia a clase de sus alumnos. En 1949, las autoridades de Vialidad Nacional, recorrieron el nuevo camino entregándole el “Premio Vial”, consistente en una Medalla de Oro y Reconocimiento del Pueblo y Gobierno por su labor. 

Entre las características de su persona sobresalía el empeño con que emprendía sus proyectos y no daba tregua hasta verlos realizados. Por entonces, las escuelas funcionaban en casas de familias.

La maestra con su propio sueldo compró un terreno y lo donó a la comunidad, para construir una escuela y plazoleta, además de adquirir el mástil y donar una nueva bandera. Organizó junto a padres, vecinos y alumnos, una muestra de elementos encontrados, usados por los aborígenes de la zona, como arcos, flechas de piedra, morteros, bolas de piedras, restos fósiles de incalculable valor arqueológicos, enseñando a la comunidad y proteger y valorar sus raíces. También incursionó en investigaciones históricas de los primeros habitantes y el origen del nombre “El Valle de Catana”, localidad de la Majadita. Fue maestra alfabetizadora sin sueldo, visitando los vecinos en sus casas.

En 1956, tenía 17 años de antigüedad. Sintió los efectos de una enfermedad por beber aguas contaminadas y fue trasladada a la Escuela Nº 10 de Albardón, donde luego fue directora.

En 1963, en su carácter de Supervisora, dando cumplimiento al Plan del Gobierno Provincial de eliminar las “escuelas rancho”, pudo volver a Valle Fértil e inaugurar el nuevo edificio escolar en el terreno donado por ella. En 1978, ante el traspaso de las escuelas nacionales a la provincia, la Escuela de La Majadita pasó a llamarse: “Julieta Lanteri”.

En 2017, ante la solicitud de mejoras edilicias, el gobierno actual de San Juan, mandó a construir un edificio escolar, al lado de la vieja escuela, en el lugar que Delfa Saso de Bustos había trazado para la plazoleta del pueblo. El mismo quedará inaugurado el próximo 2 de marzo próximo por el señor gobernador para inaugurar el presente Ciclo Lectivo 20018.