Por Mariano Coll Mónico
Escribano. Colegio Notarial de Salta.

En el mundo coexisten principalmente dos sistemas jurídicos: el llamado "de derecho civil” de raíces latino-germánicas al cuál adscribió nuestro país, basado principalmente en las leyes. Y el llamado del "CommonLow” propio de los pueblos de origen sajón, desarrollado principalmente por la jurisprudencia, con raíces en Inglaterra, vigente en EEUU y en otros países colonizados por ese país.

Es cierto que en estos tiempos, en que las distancias y los plazos parecen acortarse, la economía y las empresas exigen celeridad en los negocios. Así es que en el "Doing Businnes” que publica el Banco Mundial se insta a soslayar todo aquello que represente una demora para hacer negocios o un costo más para las empresas, y desde el Banco Mundial se bajan líneas a los países -desde Afganistán a Zimbabwe- recetando reformas jurídicas que deben hacer internamente.

Se trata de imponer reglas no compatibles con nuestra tradición jurídica.

El señor presidente del Banco de la Nación es economista de la UCA, con posgrados en la London School of Economics y Harvard. Y desde allí seguramente soplan esos vientos sajones que trasunta en reciente reportaje publicado bajo el título "¿El fin de los escribanos?” El futuro de una actividad del medioevo que se enfrenta con los catastros digitales”.

 

Vamos a aclarar que la celeridad que demandan los negocios no es opuesta al concepto de seguridad jurídica. Su ausencia y su reemplazo por los "seguros de títulos” es equivalente a conflictividad, mucho tiempo perdido y desperdiciado, altos costos económicos y espirituales.

Se traslada a las Compañías de Seguros el papel de brindar la seguridad jurídica que se va perdiendo y sacrificando en pos de la celeridad. Nunca una indemnización del seguro de títulos (para el caso de evicción) reemplazará al inmueble perdido ni se aproximará a su valor real.

En el reportaje no se economizaron palabras para descalificar al notariado como medieval o profesión del siglo pasado. Y que por poner su firma el escribano cotiza a razón del 2% más IVA sobre el valor de la propiedad (cuando en realidad el honorario que fija el Banco es del 0,6% para el crédito UVA y el 0,8% para la compraventa). En sus ansias de cambio el presidente del Banco Nación "entropa” al Notariado entre los factores responsables por demoras en el otorgamiento de los créditos UVA, cuando la misma está principalmente en la propia burocracia estatal e interna de la institución bancaria.

Es claro que el fondo de toda la cuestión está en la comparación de dos sistemas jurídicos distintos.

Hemos de decir también que nuestro notariado para nada es opuesto al progreso y a los "catastros digitales”.

Quien acude al notario es consiente que, cuando regrese a casa,descansará en la tranquilidad y seguridad jurídica de tener su título, mediante la intervención oportuna de su escribano.

¿Por qué los argentinos no sabemos valorar las instituciones buenas que aún tenemos?

El maestro Francesco Carnelutti, en una conferencia pronunciada sobre el tema "La figura jurídica del notario”, no escatimó en calificar a los notarios como "custodios o guardianes del derecho”, que plasman en documentos jurídicos las declaraciones de voluntad de las partes y también sus declaraciones de ciencia.

Al notario se va no sólo a hacer el dcumento sino a "algo más”, y ese algo es el traducir la voluntad de las partes, aconsejarlas, "trasladar el hecho al derecho” y evitar el proceso judicial. Concluía que la función notarial es típicamente antiprocesal. O como decía Costa: "A notaría abierta tribunal cerrado”.

"El "cavere”, esto es precaver, es la función específica del notario y sin duda la más alta y hermosa, porque obliga al notario a hablar claro, con sabiduría y honestidad”.

En Argentina habría en marcha un proceso de transformación impulsado por los actores gubernamentales. Dios los ilumine para bien de los intereses de la Nación.

Mientras, la seguridad jurídica del notariado seguirá "grabada en la piedra” sin que sea horadada por la insistente gota.

No es el notariado un obstáculo para la celeridad. Todo lo contrario. Aquello es pretender verlo con una mirada miope…