Como bien tituló este mismo diario, las escuelas agrotécnicas de nuestra provincia brillaron en el último concurso del dulce de membrillo rubio sanjuanino demostrando la capacidad de sus alumnos para aplicar todo lo aprendido y elaborar uno de los productos más distintivos de San Juan, llegando incluso hasta su comercialización. Los premios obtenidos en la ocasión fueron un justo reconocimiento al esfuerzo, aplicación y espíritu productivo que adquieren los alumnos en las escuelas agrotécnicas, establecimientos que deben ampliar su propuesta educativa para llegar a una mayor cantidad de alumnos en cada una de las jurisdicciones en las que están emplazadas.
A través del concurso quedó demostrado lo beneficioso que resulta este tipo de enseñanza para promover la actividad agropecuaria considerada, junto a la minería, como uno de los pilares productivos de la provincia, que contribuye con los ingresos genuinos que San Juan necesita.
Actualmente la enseñanza Agrotécnica de nuestra provincia está estructurada a través de 12 establecimientos que funcionan en los departamentos Iglesia, Sarmiento, 9 de Julio, Capital, Jáchal, Rawson, Valle Fértil, Caucete, 25 de Mayo y Zonda. Jáchal es uno de los departamento que tiene más desarrollada la enseñanza agrotécnica con tres establecimientos que figuran entre los que obtuvieron distinciones por la calidad de los dulces de membrillos elaborados, como por ejemplo la Escuela Agroindustrial Monseñor Juan Antonio Videla Cuello que obtuvo el primer premio dentro de su categoría.
Estas escuelas tienen en total unos 8.400 alumnos, por lo que se considera necesario aumentar la matrícula para llegar con esta enseñanza a una mayor cantidad de adolescentes y jóvenes de los departamentos, ante el convencimiento de que este tipo de educación otorga herramientas básicas para una efectiva inserción laboral en actividades que son propias de las zonas donde están emplazadas las escuelas.
Autoridades del área sostienen que las escuelas están en condiciones de recibir una mayor cantidad de alumnos, pero que es necesario realizar algunas mejoras en su infraestructura para poder realizar todas las actividades que en ellas se desarrollan. Además del dulce de membrillo también se elaboran otros productos como vino, miel y diversos dulces para los cuales se cuenta con los elementos necesarios para que los alumnos hagan su experiencia.
Apoyar esta actividad es afianzar las bases para un desarrollo agropecuario que las escuelas agrotécnicas están en condiciones de apuntalar, preparando la mano de obra que es necesaria para emprendimientos locales.