
River buscó e intentó, pero no pudo quebrar a un Boca ultradefensivo en el empate sin goles por la quinta fecha de la Superliga que derivó en un Superclásico para el olvido.
El choque más importante del fútbol argentino entregó una versión deslucida en el juego. Boca se cerró en la última línea y River no pudo romper esa resistencia.
La idea de Boca fue clara desde comienzo con un 4-1-4-1, un cerrojo para el ataque de River.
El equipo de Gallardo buscó abrir la cancha con De La Cruz (el mejor valor de River), Casco, "Nacho" Fernández (que estuvo en duda horas antes), pero se encontró con espacios ocupados.
Boca se movió al ritmo de De Rossi en la mitad del campo. El italiano, en su primer Superclásico, supervisó que las líneas estuvieran ordenadas.
River intentó romper la defensa de Boca y en el primer tiempo solo inquietó con pases filtrados que no llegaron a destino.
Palacios mejoró su producción en el segundo tiempo y ayudó al fútbol de River.
De hecho, lo mejor del equipo de Gallardo se observó a partir de ese instante con un remate del tucumano que pasó cerca del segundo palo de Andrada (2m).
Martínez Quarta resultó el jugador de River que más cerca estuvo de abrir el marcador con un disparo en el área que se fue por encima del travesaño (4m) y otro remate de cabeza (6m)
Las situaciones más peligrosas para Boca fueron un disparo de MacAllister (6m) y un tiro libre ejecutado por el ingresado Tevez (39m).
Andrada, la figura del Superclásico, sostuvo a Boca cuando River estuvo cerca del gol con "Nacho" Fernández y el colombiano Borré.
Boca nunca se salió del libreto ni aún cuando Reynoso, un jugador de creación, entró por De Rossi.
Claves
- River buscó la victoria sabiendo que en los últimos tiempos tuvo supremacía sobre su eterno rival. Lo buscó con una clara ambición, pero le faltó claridad en los metros decisivos. Sólo De la Cruz aportó algo de claridad y en menor medida, Nacho Fernández.
- Las ausencias por lesión de Abila, Zárate y Salvio parecieron marcarle el camino a Alfaro de colocar un equipo con poca ambición ofensiva. Además, decidió privarse de Tevez como titular, al colocarlo recién en los últimos quince minutos del encuentro.
- Lo que se vivió ayer es muy probable que sea una muestra de lo que se vivirá en el comienzo de octubre en el inicio de las semis entre los "primos", también en el Monumental. Por ahí Boca pueda tener un poco más de ambición al tener otros protagonistas.
Chau racha
En los últimos siete superclásicos, Boca siempre había recibido goles. Encima, con un promedio de tantos concedidos de dos por encuentro.
En ese aspecto, ayer el xeneize salió más que fortalecido. Otra estadística marca que hace nueve partidos que el club local no gana cuando se mide contra el eterno rival.
