Cualquier papá o mamá sabe que en un abrir y cerrar de ojos un hijo puede meterse en un lío grande y no porque se trate de una negligencia sino por el simple hecho de que son niños.
Ayer por la tarde, Karen Dayana Leiva (22) llevó a atender al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson a sus hijos menores, dos varoncitos de 5 y 6 años de apellido Cuello, porque ingirieron sin querer pastillas de Clonazepam (un sedante) y terminaron intoxicados, precisaron fuentes del caso.
Las criaturas, oriundas de un barrio chimbero, fueron asistidas y dejadas en observación. Están bien.