Fue un partido sin equivalencias. De fuerzas completamente desparejas. Por eso el resultado no le debe llamar la atención a nadie. Las Aguilas golearon a Suiza por 11-0 y se instalaron en una de las semifinales de hoy (jugarán frente a Chile a las 9.30) en el estadio "Palau Blaugrana" del Barcelona.
El Mundial femenino va llegando a su fin y tomando forma a la vez. Es que están en las semis los grandes candidatos y el choque de hoy entre las argentinas y las chilenas será seguramente de un alto poder emotivo.
Ayer, Argentina tardó poco más de 15 minutos en empezar a meterle goles de todos los gustos a Suiza. En ese lapso sin conversiones se vio un equipo tranquilo, que movió la bocha y que esperó su momento.
No pudo por mala puntería, por los tiros que dieron en los palos del arco rival y simplemente por mala suerte.
Pero desde ese momento todo cambió. Bastó que entrara la primera para que los otros goles fueron cayendo como fruta madura. El primer tiempo terminó 7-0 y lógicamente ya estaba todo dicho.
Porque cuando largó el complemento, las chicas argentinas metieron dos más y después los minutos fueron pasando para esperar si Argentina haría goles o sólo movería la bocha.
La goleada era esperable. Lo importante es hoy. Porque enfrente estará un Chile que viene muy bien y que conoce todos los detalles de cómo se mueve el equipo argentino. En la medida que aparezcan las jugadoras claves en el equipo de Otiñano, la Argentina tendrá mayores chances de ganar y clasificarse a la final.
Insoportable
Otra jornada de mucho calor en toda la costa catalana. Muchísimo calor en la capital de Barcelona pero también en Vilanova, donde Las Águilas debieron medirse con sus pares suizas cerca del mediodía.
Casi 40 grados y sin nubes, como había pasado en los últimos días en esta zona de España que atraviesa su temporada alta por el turismo.
En el interior de los estadios algo más fresco, aunque no tanto porque en Vilanova no hay aire acondicionado sino una ventilación especial que no alcanza. Sin dudas, algo a corregir.
Claves
Tranquilidad
Las Águilas tuvieron paciencia en poder llegar a la ventaja. Es que empezaron bien, movieron la bocha con criterio para sacar la cerrada defensa de Suiza y tiraron desde lejos. Pero todo ese tipo de variantes no fue efectivo en los primeros 15 minutos frente al duro cerrojo europeo que debieron atravesar.
Insistencia
Argentina tuvo un sinfín de llegadas en ese comienzo del encuentro con el sorpresivo 0-0. Pero por falta de definición o bien por mala suerte no podía marcar. Hasta que se le dio a Valentina Fernández y de ahí todo cambió para siempre. Es que Las Águilas se tranquilizaron y empezaron a edificar la goleada.
Relajación
Ya el primer tiempo había terminado 7-0. Por eso la etapa complementaria estuvo totalmente de más en todo sentido. La Argentina metió ahí nomás otros dos goles y después se dedicó a patinar sin exigirse demasiado que el futuro será diferente. Hoy será todo lo contrario ante el peligroso Chile en semifinales.