Un sabor agridulce para las dos principales fuerzas políticas del país dejó ayer el resultado de las elecciones de medio término para renovar el Congreso nacional: Juntos por el cambio ganó a nivel nacional, pero en la provincia de Buenos Aires, bastión electoral del peronismo, el Frente de Todos terminó pisándole los talones. Así, el Gobierno terminó festejando como un triunfo haber achicado a su mínima expresión la derrota en la provincia de Buenos Aires, pero en el medio, por primera vez en 38 años, perdió el quórum propio y el control del Senado. Lo único bueno en lo referido al Congreso para el oficialismo, fue que, al mejorar su performance en la provincia de Buenos Aires, logró mantener la primera minoría en la Cámara de Diputados.
A nivel nacional, Juntos cosechó ayer, en promedio, el 42,44% de los votos, por encima de los 32,17% que consiguió el Frente de Todos. Pese a esta abultada derrota nacional con más de 10 puntos en todo el país, el presidente Alberto Fernández convocó anoche a la militancia a festejar el próximo miércoles "este triunfo" en Plaza de Mayo junto a las organizaciones sociales y la CGT. Fue una arremetida del Presidente en el búnker del Frente de Todos, sin Cristina Kirchner, en la que intentó mostrarse fortalecido pese a la derrota. Poco antes, Alberto, en un mensaje grabado, anunció que llamará a un diálogo a la oposición.
En las 8 provincias que elegían senadores, Juntos por el Cambio ganó en 6 lo que le permitirá pasar de los 25 escaños actuales a 31 a partir del 10 de diciembre. En tanto, el Frente de Todos se queda con 35 bancas de las 41 actuales, es decir, dos menos para llegar al quórum.
En la Cámara baja, con la foto de las PASO y comparando la composición actual, el FdT retrocedería de 120 a 117 diputados, mientras JxC sumaría un legislador a los que ya tiene: de 115 pasaría a 116. Allí la paridad de fuerzas augura una permanente tensión entre oposición y oficialismo.
Como lo hizo en las PASO, Juntos por el Cambio logró imponerse en los principales distritos del país. Además de la provincia de Buenos Aires, el mapa político quedó pintado de amarillo en Córdoba, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Santa Cruz, La Pampa, Jujuy, Corrientes, San Luis y Misiones. El Frente de Todos, en tanto, ganó en Salta, Chaco, Formosa, Catamarca, Tucumán, San Juan, La Rioja, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. En tanto,que en Río Negro ganó la alianza provincial "Juntos Somos Río Negro", mientras Juntos por el Cambio y el Frente de Todos se disputaban voto a voto el segundo lugar. En Neuquén se repitió el triunfo del Movimiento Popular Neuquino.
En la madre de todas las batallas, la provincia de Buenos Aires, el oficialismo logró en parte su objetivo ya que logró achicar a menos de 2 puntos la distancia, pero esperaban más después de la puesta en marcha del denominado "plan platita" que activó el Gobierno para cambiar el humor social.
Escrutadas provisoriamente el 97,94 por ciento de las mesas en el mayor distrito electoral del país, que concentra el 37% del padrón nacional, la alianza Juntos, que postuló como candidato a Diego Santilli, alcanzaba 3.473.180 votos (39,82%); en tanto el Frente de Todos, que llevó como candidata a Victoria Tolosa Paz, obtiene 3.359.220 votos (38,52%), apenas 1,3 puntos de diferencia.
Con estos porcentajes, tanto Juntos como el Frente de Todos se quedan cada uno con 15 de las 35 bancas a diputados nacionales en disputa.
En las PASO, la alianza Juntos alcanzó un total de 3.262.253 sufragios (37,33%), mientras que el oficialismo cosechó 2.905.720 adhesiones (33,25%).
La izquierda es ya la tercera fuerza
El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) se consolidó ayer como tercera fuerza más votada a nivel nacional y celebró la ampliación de bancas en la Cámara de Diputados, de 2 a 4 representantes, el buen resultado en Jujuy, donde se ubicó como tercer espacio con casi 100.000 votos, y el ingreso de varios concejales en municipios bonaerenses. Avanzado el escrutinio, el FIT-U reafirmaba el resultado que obtuvo en las PASO del pasado 12 de septiembre, y sumaba cerca de un millón 500 mil votos, lo que representa cerca de un 6 por ciento de las voluntades nacionales. Además, la Izquierda obtuvo bancas en Buenos Aires, donde con más de 538.000 votos obtuvo el 6,76% de los votos; y una en la Ciudad de Buenos Aires, donde sus 138.000 votos representaron a un 7,7% del padrón.