Un grupo de sindicalistas opositores a la actual conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), encabezada por Roberto Fernández, tomó ayer la sede del sindicato: se registraron violentos incidentes, con varios heridos y un detenido.
Todo comenzó cuando un grupo de trabajadores de la empresa DOTA, que se habían movilizado por un problema gremial que derivó en un paro de colectivos, llegó hasta la sede de Moreno al 2900 de la UTA y quiso ingresar al edificio en la ciudad de Buenos Aires.
El resultado: el edificio destrozado, imágenes de trabajadores trepando por la fachada y un coche volcado en la vereda de la sede.
Ante esto, el propio Fernández admitió que convocó a las fuerzas policiales para que ingresen al edificio, y que debió refugiarse en los techos de la sede. Como consecuencia de los incidentes hay, por lo menos, 15 heridos. Tres de los heridos fueron dados de alta. La Policía detuvo a una persona con un revolver 9 mm con una inscripción de la Policía Federal.
La situación se descontroló a tal punto que ayer por la tarde la Policía de la Ciudad intervino para controlar la situación a la espera de que tanto Fernández como el resto de los trabajadores que quedaron dentro del edificio puedan salir.
Los choferes que protestaban se subieron al techo de la sede, colgaron banderas y cantaron contra Fernández. Dos horas antes, en uno de los cortes que llevaban adelante, habían adelantado que estaban en contra de la conducción del actual secretario general y que pedían que se realicen elecciones.
"Yo voy a resistir, si suben al techo los mato a fierrazos", amenazó Fernández. Más de 50 líneas de colectivos estaban paradas y se sumaron a la medida de fuerza que tiene como objetivo pedir una recomposición salarial, pero también reclamar la reincorporación de dos delegados que, según denuncian, fueron despedidos y no recibieron el apoyo del gremio.
El conflicto se enmarca en una interna gremial en la UTA: una facción del sindicato decidió realizar medidas de fuerza y la oficial las cuestionó a través de un comunicado.
En ese documento Fernández aseguró que las protestas fueron "orquestadas por un grupo de dirigentes que perdió las elecciones en el gremio y que no tienen ninguna autoridad orgánica".
"Llama mucho la atención que estos hechos ocurran a menos de una semana de la asunción del nuevo gobierno democrático, al que todos los sectores nacionales le están dando un lógico tiempo de adaptación", explicó Fernández.