Finalmente se firmó el Acuerdo Mendoza-San Juan y se destinará el 25% de uvas a mosto y otros destinos. Los acuerdos fueron suscriptos por Uñac y Cornejo en el marco de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo y 33º Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores de BID Invest que se desarrollan en la vecina provincia. Tienen entre sus objetivos fortalecer la industria vitivinícola en todos sus eslabones.

 

Según informo el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, “se trata de dos acuerdos, uno en el que se acordó el porcentaje de mosto para esta temporada 2018 del 25 por ciento y se firmó otro acuerdo alcanzado entre ambos gobernadores, adaptando un convenio previo que data de 1994 y que se ve materializado adecuándolo a estos tiempos, ya que actualmente la vitivinicultura ofrece otros métodos para diversificar“.

 

En este sentido, añadió: “No solamente hablamos del porcentaje de mosto como equilibrador esencial, sino que se incorporan otras variables que están plasmadas en el acuerdo como la uva de mesa, las pasas, la baja de la graduación alcohólica y otros destinos que se les da a la uva como la destilación, etc. Todo lo firmado es en pos de ir mejorando y actualizando el mercado”.

 

El acuerdo interprovincial establece el fomento a la diversificación, la incorporación de mejoras tecnológicas en producción primaria y establecimientos industriales, y la mejora en la competitividad de la oferta exportable.

 

Por otro lado, el ministro aseveró que “se creó un fondo común entre Mendoza y San Juan  para poder promocionar los vinos a través de actas complementarias una vez que los gobiernos lleguen a un acuerdo”, y aclaró que el mismo “debe ser ratificado por las cámaras de ambas provincias”.

 

En uno de los artículos del convenio se establece que “diversificación es toda actividad que fomente el uso alternativo de variedades vitícolas para fines distintos a la producción de vinos, como la producción de pasas, uva en fresco, mosto o jugo de uva concentrado, jugo de uva sulfitado, jugo de uva para consumo en fresco, producción de vinagre, uso como base de otras bebidas, alcohol vínico, vinos de baja graduación, etc.”.

 

También se considera diversificación, al entender que contribuye a equilibrar los stocks vínicos existentes en el mercado, la exportación de vinos realizada tanto a granel como fraccionada, en dicho caso, neta del total de vinos importado por cada establecimiento.

 

Las provincias signatarias convienen también, acordar mecanismos por los cuales se aliente la reconversión a variedades consideradas más aptas para las diferentes situaciones de mercado, así como el uso alternativo de la tierra para otros cultivos distintos a la vid, considerando también dichas acciones como mecanismos de diversificación.

 

Las mermas significativas de producción vitícola que fueren causadas por “lobesia botrana”, “peronospora”, “pudrición”, “botritis”, u otras enfermedades equivalentes de la vid, o que hayan sido causadas por cualquier fenómeno climático, deberán ser tenidas en cuenta a los fines del acuerdo. De suceder estos hechos con posterioridad a la firma de la determinación anual del porcentaje de elaboración de mosto, el mismo se podrá ajustar mediante acta complementaria.

 

A los fines del acuerdo, se tomará como medida de cumplimiento los porcentajes totales diversificados a nivel provincial, de acuerdo a las estadísticas oficiales que publica el INV, debiendo alcanzar los mínimos establecidos.

 

En otro de los artículos se establece que “las provincias signatarias convienen, en cumplimiento de lo establecido en la Ley Nacional Nº 26.870 que declara al ‘Vino Argentino Bebida Nacional’ y que llama a difundir las características culturales del vino argentino, promover el desarrollo de las economías regionales y asegurar la presencia del vino argentino en el mundo, concertar acuerdos y articular acciones para limitar la importación de productos vitivinícolas al territorio nacional”.

 

 

SI San Juan