No pueden abrir las ventanas sin que la casa se les llene de olor a barro podrido. Están hartos de gastar dinero en insecticidas por la cantidad de mosquitos que tienen en el frente e interior de sus viviendas por la humedad constante que hay en las cunetas. Así viven los vecinos de los barrios Belgrano y Monseñor Orzali, en Rawson. Ahí, unas 200 familias se quejan por el olor nauseabundo y la basura de las acequias. Desde la Municipalidad de Rawson dijeron que comenzaron un operativo de limpieza para combatir estos problemas.

Caminar por algunas zonas de estos barrios cuando hace calor se vuelve insoportable. Es que el olor que sale de las cunetas es totalmente nauseabundo. A las hojas de los árboles, bolsas, botellas y hasta residuos domiciliarios se les suma el agua que se acumula en las cunetas. "Todavía hay agua de las lluvias y eso hace que el olor sea cada vez más intenso. No podemos seguir viviendo así", dijo Ricardo Bustamante, un vecino del barrio Orzali, y agregó que el problema que ellos tienen es de hace muchos años y que nunca se los solucionan. Al igual que él, otros vecinos comentaron que hay días que no pueden ni ventilar la casa por el hedor. "Nos piden que por la pandemia ventilemos las casas, pero no podemos abrir las ventanas. También nos dicen que no tengamos recipientes con agua por el dengue y las cunetas son especiales para que pongan los huevos", dijo indignada María Lucía Fernández, otra vecina del Orzali.

Ante este reclamo, Jorge Quiroga, secretario de Servicios de la Municipalidad de Rawson, dijo que ellos vienen trabajando con cuadrillas en todos los barrios del departamento y que próximamente estarán haciendo esta limpieza en esta zona. Mientras que sobre el agua acumulada en las acequias responsabilizó a los vecinos. "Ese líquido que queda estancado es el que arrojan los vecinos de sus lavarropas o de las cocinas. Eso lo hacen desde hace años y ahora estamos con inspectores notificando para que se conecten a las cloacas. No les hacemos multas, pero buscamos concientizar", dijo y comentó que en zonas como estas, ellos llevan camiones atmosféricos para sacar el agua acumulada y que analizarán si en estos barrios ese plan se puede aplicar.

 

> PROTAGONISTAS

 

GRACIELA HERRERA  –  Vecina

"Yo vivo en este barrio hace más de 30 años y las cunetas nunca estuvieron tan sucias como ahora. Si bien el problema del agua acumulada es de hace mucho, ahora se volvió insoportable por el olor".

 

ROBERTO GONZÁLEZ  –  Vecino

"Hicimos muchos reclamos. En el barrio hay un colegio -San Vicente de Paul- y los niños viven quejándose del olor y los papás no pueden ni esperar tranquilos en la puerta de la escuela por los mosquitos".

 

SUSANA PEREYRA  –  Vecina

"Mis nietos no pueden salir a la vereda a jugar por los mosquitos. Cuando empieza a atardecer se vuelve insoportable, sin contar el olor con el que convivimos todos los días y que empeora en verano".

 

SILVINA SUÁREZ  –  Vecina

"Sabemos que parte de este problema es culpa de los vecinos. Esperamos que más gente se conecte a las cloacas para que evitemos tener líquido en las cunetas. Estamos cansados de vivir así".