En Barreal los niños disfrutan del deporte entre amigos.

 

La tarde es soleada y el calor se hace sentir. De a poco, chicos con ropas deportivas, algunos tomados de las manos de sus madres con destino al playón del Club Deportivo Barreal. Allí funciona la única escuela de fútbol que hay por estos días en el departamento Calingasta. Son aproximadamente un centenar de niños entre niñas y varones de 4 a 14 años de edad. Muchos de los chicos nacieron en Barreal, mientras que otros llegaron de otros lugares con sus padres, que se radicaron en la zona por distintos motivos, algunos porque comenzaron con emprendimientos productivos, otros porque son gendarmes y se trasladaron con sus respectivas familias y algunos porque quisieron radicarse en la tranquilidad que ofrece este valle en la precordillera sanjuanina. El proyecto de esta escuela de fútbol es una idea del profesor de Educación Física Jorge Suárez. La dirigencia del club Deportivo Barreal apoyó el proyecto que el 5 de marzo pasado cumplió un año. La escuela no tiene fines de lucro, porque solo se cobra una mínima colaboración para gastos operativos. Además, también el municipio apoya como los padres, en la merienda y copa de leche, preparadas por las mamás, que se les ofrece a los niños luego de cada entrenamiento. La escuela funciona en calle Las Heras S/N, en horario de tarde, desde las 18 hasta las 19. El objetivo futbolero es que los chicos se integren y desarrollen aún más, valores morales como respeto, compañerismo, trabajo en equipo, solidaridad, amistad, entre otros. También, el proyecto apunta a que los chicos puedan salir del pueblo y conocer por medio del deporte otros lugares donde puedan jugar en torneos provinciales e interprovinciales y que conozcan y tengan roce con otros chicos. En el playón se nota mucho entusiasmo. los lunes entrenan los niños de 4 años, mientras que las nenas, lo hacen miércoles y viernes. También asisten chicos con capacidades especiales. La escuela de fútbol tiene el padrinazgo de dos futbolistas que son ídolos de Sportivo Desamparados. Se trata de los hermanos Ceballos, Lucas y Santiago, quienes colaboran con este proyecto infantil con materiales deportivos. Esto se debe a la estrecha relación que tienen con el profesor Suárez, ya que son familiares, pero también porque trabajaron juntos en el club puyutano. En la escuelita todo se hace por amor a la niñez. Y, juntos, en familia, potencian la educación deportiva en los chicos que viven en zona de frontera.