APOYO MUTUO. Laura (izquierda) y Paula (derecha) se conocen de las marchas y siempre que pueden se apoyan, pues están unidas por el mismo dolor. Ambas perdieron a sus hijas por femicidios. 

El dolor por la muerte de sus hijas las unió y las puso en el mismo camino. Ambas participan todos los años de las marchas de Ni Una Menos y cada vez que dan una entrevista, llevan puesta la remera con la cara de sus hijas. Ellas son Paula Morales y Laura Requena, las mamás de Leila Rodríguez y Brenda Montaña, dos jóvenes sanjuaninas víctimas de femicidios, quienes se unieron en un emotivo abrazo luego de que el asesino de Leila fuera condenado a cadena perpetua. Tras ese momento, que ocurrió el miércoles pasado, ambas mujeres se reunieron con DIARIO DE CUYO y hablaron sobre la violencia de género, cómo se encuentra tras ese primer juicio y cómo hacen para tratar de llevar el rol de madre con sus nietos, que se quedaron sin mamá y sin papá. 

"Cuando escuché el fallo no sabía si reírme o llorar. Si festejar o estar en silencio. Fue un momento muy raro. Sólo las mamás que pasamos por esto sabemos lo que se siente", dijo Paula, la mamá de Leila. Mientras que a pesar de admitir que quiere que se haga justicia por la muerte de su hija, Laura, la mamá de Brenda, agregó que por momentos piensa que aunque los asesinos estén presos, ellas seguirán soportando un dolor incalculable. "La cadena perpetua es la nuestra. Ellos nos condenaron. Hay veces que me pregunto qué ganamos con la justicia. Paula gritaba que quería a su hija y eso es lo mismo que quiero yo", dijo Requena. 

A Laura le cuesta mucho hablar de la muerte de su hija y llora a cada rato, sin embargo dijo que ella es la "voz de Brenda". En el mismo sentido, Paula agregó que ella nunca lloró con fuerzas la muerte de su hija, porque siente que si lo hace no podrá parar más y comentó que le hubiera encantado conocer a Laura en otra circunstancia y que valora el apoyo que recibió de parte de ella y otras mamás durante el juicio. 

"Entre nosotras nos sentimos cómodas, nos gusta hablar de ellas -las víctimas-. No somos morbosas, sino que esas charlas nos hacen bien. Queremos que todos sepan lo que esos tipos les hicieron a nuestras hijas. Siento que Leila quiere decir todo lo que le pasó y estoy yo para comunicarlo", agregó Paula y dijo que a pesar de que por el caso de su hija ya hay un condenado, ella seguirá luchando para que las demás víctimas de femicidios tengan justicia. 

Levantando una bandera en contra de la violencia de género, ambas dijeron que nunca imaginaron que las parejas de sus hijas pudieran llegar a algo así. "Quizás las madres tenemos que estar más atentas y las hijas deben hablar más con las madres cuando tienen problemas", dijo al respecto Laura, mientras que Paula agregó: "Siempre les dije a mis hijas que hablen conmigo, pero Leila nunca lo hizo y yo nunca sospeché que algo andaba mal". 

PIDEN JUSTICIA. Los papás de Leila y la mamá de Brenda siguen pidiendo justicia por todas las víctimas de femicidio.

 

  • TAMBIÉN, ABUELAS

A pesar de que durante el encuentro en DIARIO DE CUYO la seriedad y la tristeza fueron moneda corriente, las sonrisas más grandes las mostraron cuando hablaron de sus nietos y cómo ellos las mantienen de pie. Ambas comentaron que los chicos (Leila era mamá de una nena que actualmente tiene 4 años y Brenda tenía dos hijos de 7 y 5 años) saben que sus mamás fueron asesinadas por sus papás, pues nunca consideraron mentirles. "Fue muy duro cuando ella me preguntó si su papá había matado a su mamá y sé que con el paso del tiempo las preguntas serán más. Hace tiempo consultó cómo la mató y le dije que cuando sea más grande le voy a explicar", dijo Paula, que posee la tenencia de su nieta, mientras que Laura, que hace poco consiguió la tenencia definitiva, agregó que los chicos sólo preguntan por Brenda. 

"Nuestros nietos son como nuestros hijos, aunque tienen un beneficio, porque además de hacer de madres de ellos somos sus abuelas y nos permitimos consentirlos un poco más", agregó esbozando una sonrisa Paula, y Laura admitió que para ellas es muy difícil ponerles límites porque sabe el dolor que los pequeños sienten. Incluso, ambas tomadas de la mano y secándose las lágrimas dijeron que cada vez que los pequeños lloran porque se golpearon o están tristes, siempre gritan "mamá".

 

>> LOS CRÍMENES

 

El caso Leila

Leila y Esteban Pacheco, el joven condenado por el crimen, habían estado juntos muchos años, hasta que en 2018 decidieron convivir junto a su pequeña hija. La relación no funcionó y tres meses después ella volvió a la casa de sus padres. Con el paso del tiempo los problemas retomaron impulso cuando él dejó de pagar la cuota alimentaria y ella judicializó su reclamo. El 26 de junio de 2018 se reunieron y Leila nunca más regresó a su casa: al otro día, alrededor de las 16, la encontraron muerta en una acequia, cerca de donde era su hogar, en Ullum. Una prueba de ADN fue clave para acusar a Pacheco, quien fue condenado el miércoles pasado a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género. Actualmente la familia de Leila no vive en el departamento ullunero porque no podían soportar las miradas de los vecinos y salir a la vereda y ver el lugar donde la joven murió. 

 

El caso Brenda

El crimen de Brenda conmocionó a todo San Juan. El 11 de julio de 2019 la joven de 24 años fue encontrada con otro hombre por su marido, Diego Álvarez, en inmediaciones del Autódromo El Villicum, en Albardón. Las primeras versiones que se dieron del hecho fueron que la joven huyó "a campo traviesa". El marido de la joven denunció la desaparición y la Policía montó un operativo para buscarla. El 16 de julio, luego de muchas idas y vueltas, hallaron un cuerpo descuartizado y quemado en Albardón, luego de que dos chicos confesaran que vieron a un hombre quemando "algo" y que el hombre les ofreció dinero para que guardaran silencio. Los menores señalaron que Álvarez era ese hombre. Actualmente el exmarido de Brenda se encuentra en el Penal de Chimbas, procesado por homicidio doblemente agravado y en espera del juicio, que según Laura aún no tiene fecha. "Diego era un hijo más para nosotros, pero recién ahora atando cabos nos damos cuenta de que violentaba a Brenda", agregó la mamá. 

 

  • Un efusivo festejo tras el juicio

Laura y Paula se fundieron en un eterno abrazo cuando finalizó el juicio. "Fue como que me saqué un poco de peso de mi mochila", dijo Paula, mientras que Laura agregó: "Cuando nos abrazamos, la abuela de Leila me dijo "señora déjela" como pidiéndome que la dejara tranquila, pero no se daba cuenta de que era Paula la que me abrazaba. Estamos unidas por el dolor".