La uniones vecinales son una de las asociaciones civiles claves para el desarrollo de políticas públicas ya que representan la esencia misma de la comunidad, al tener a los vecinos de los distintos barrios y villas como esenciales componentes de estas organizaciones. En los dos últimos períodos de gestión, es decir desde 2015 hasta la fecha, se ha observado un aumento en el deseo de los vecinos por formar en sus respectivos ámbitos estas entidades, alentados por la posibilidad de conseguir mejoras de infraestructura, entre otros beneficios de carácter social y comunitario. El gran crecimiento en el rubro vivienda, a través de la construcción de decenas de barrios es uno de los factores que han incidido directamente en un mayor número de uniones vecinales y esto se evidencia en que en los últimos cuatro años se tramitaron más de 78 expedientes solicitando la personería jurídica, mientras que actualmente hay 30 expedientes en curso solicitando la autorización correspondiente para la asamblea constitutiva.
De acuerdo a los registros de la Inspección General de Personas Jurídicas, en San Juan hay 3.625 Asociaciones Civiles reconocidas, entre instituciones de bien público, asociaciones solidarias, colegios de profesionales, clubes deportivos y otras entidades similares. De ellas, aproximadamente un 30%, es decir alrededor de 1.100 entidades son uniones vecinales, distribuidas en toda la provincia.
Es una realidad que las uniones vecinales suelen pasar por numerosas dificultades para continuar funcionando ya que el actual régimen de fiscalización las obliga a cumplir con una serie de requisitos que en algunos casos resultan muy engorrosos para instituciones de este tipo. Hay que tener en cuenta que la labor vecinal responde solo a motivaciones generadas por la vocación de servicio y sin fines de lucro. De todas maneras, el entusiasmo generado por los nuevos barrios y la posibilidad de mejorarlos ha hecho que estas vocaciones resurjan en los últimos tiempos.
En las décadas del ’70 y ’80 hubo un auge en la proliferación de uniones vecinales en toda la provincia que posteriormente fue declinando hasta llegar a finales del siglo pasado con un desinterés muy marcado. El resurgir de los últimos 7 años está dado por algunas medidas como el asesoramiento que ofrece la Inspección de Personas Jurídicas; un programa de regularización para vecinales que no han cumplido con los requisitos establecidos y el interés de algunas empresas privadas por canalizar la descarga de impuestos que se puede hacer mediante estas entidades.
Es importante que los vecinos entiendan que mediante las uniones vecinales se pueden conseguir mejoras para sus respectivos barrios y que se organicen en ese sentido ya que además estas entidades son capaces contribuir a la seguridad y vigilancia de sus respectivos ámbitos; mantenimiento de zonas comunes, supervisión del diseño de distintos tipos de obras y todo tipo de gestiones con los organismos gubernamentales.
