La amenaza permanente de parte de los gremios aeronáuticos al Gobierno nacional tuvo ayer otro capítulo salvaje con un paro encubierto que tomó como rehenes a más de 5.000 pasajeros que quedaron varados justo al comienzo del fin de semana extralargo. En este marco, al menos 40 vuelos fueron cancelados y más de 30 registraron demoras de hasta dos horas en algunos casos como consecuencia de las medidas de fuerza que llevaron adelante gremios aeronáuticos, consistentes en la realización de "asambleas informativas" en los lugares de trabajo, que se extendieron entre las 5 y las 10, a lo que se sumó el "trabajo a reglamento" de los empleados del sector de rampa y administrativo.
Fue un cóctel muy bien orquestado por parte de los cinco gremios aeronáuticos que responden al kirchnerismo que desde hace meses viene amenazando con una plan de lucha "hasta que echemos a este gobierno" y que ayer sumó una nueva frase con velados ánimos de desestabilización: "Esto va a terminar muy mal". Ambas frases tienen a un mismo protagonista, el jefe de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Juan Biró, un sindicalista ultra K, que responde al titular del gremio de Camioneros, Hugo Moyano.
Por todo esto, tanto desde el Ministerio de Transporte de la Nación como desde la empresa Aerolíneas Argentinas, atribuyeron la medida a "cuestiones políticas", y cuestionaron que la acción se haya realizado en el comienzo del fin de semana largo, ocasionándole un "enorme perjuicio" a miles de usuarios.
Durante la protesta sorpresiva y rotativa -los gremios coordinaron las "asambleas" con horario escalonado para prolongarlas en el tiempo- muchos pasajeros debieron resignar sus planes de vacaciones y o perdieron oportunidades de trabajo ya que algunos vuelos fueron reprogramados recién para mañana domingo.
La devolución del dinero no podrá recompensar el mal rato y el impacto de pasar el día más frío del año varados en el Aeroparque Jorge Newbery sin calefacción por un buen rato. Durante la protesta hubo quien quiso agregarle mayor dramatismo a la jornada cortando la calefacción.
Las medidas se iniciaron de mañana, a las 5, con las asambleas de los trabajadores nucleados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que en un comunicado señaló que "a más de tres años del lanzamiento de la "Revolución de los Aviones", las empresas nacionales y sus trabajadores enfrentamos una realidad muy distinta a la que intentan promocionar", alegando que esta situación "está destruyendo a la industria aerocomercial argentina", y que "hoy todas las compañías nacionales (estatales o privadas) tienen sus balances en rojo". Una vez finalizadas las asambleas de los pilotos y cuando estos retornaban a sus tareas habituales, iniciaron asambleas los empleados que conforman la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) desde las 8 y que se extendieron hasta las 10.
A partir de ese momento todos los empleados comenzaron a normalizar su actividad, pero esa normalización demorará en trasladarse a los vuelos, ya que, según informaron a Télam fuentes aeronáuticas, restablecer las operaciones llevará muchas horas, ya que hay tripulaciones que vencieron su tiempo reglamentario y deben ser reemplazadas por otras, y además los servicios que no se prestaron repercuten como "efecto dominó" en el resto de la jornada.
El Gobierno denuncia "intolerancia" de los K
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, sostuvo que "una vez más los gremios tomaron de rehenes a los pasajeros para expresar una cuestión política y hemos tenido otra muestra de intolerancia con la gente por parte de Pablo Biró (titular de APLA), un dirigente kirchnerista que lo único que quiere es complicarles la vida a miles de pasajeros". A su vez, el presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, señaló que "hoy se han visto perjudicados más de 5.000 pasajeros por tres o cinco tipos que han tomado una medida netamente política". "Estamos pagando los sueldos en tiempo y forma, hemos otorgado un aumento del 10% en enero, de otros 4% en marzo y de un 15% en abril y estamos dispuestos a seguir discutiendo todo lo que quieran discutir en materia de salarios y condiciones de trabajo. Este año todos los empleados de Aerolíneas recibieron un aumento del 29%; esto no es salarial, es político", dijo Malvido. Añadió que "lo que da bronca es que son tres o cinco tipos que están en campaña, que se sacan fotos con los dirigentes de la oposición revelando dónde están parados y que, como en el caso de Biró, declara que quiere voltear al gobierno.