Uruguay tuvo una cita con la historia ante Italia, por la final del Mundial Sub 20 de la FIFA que se desarrolló en la Argentina y la gloria fue de la Celeste: superó 1-0 a la Azzurra con gol de Luciano Rodríguez en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata, que tuvo su campo de juego en pésimas condiciones ayer, y se consagró campeón juvenil por primera vez en su historia.
Luego de una primera mitad donde el seleccionado uruguayo fue amplio dominador del encuentro, siendo mayoritariamente el dueño de la posesión de la pelota, de las acciones de peligro y, por ende, habiendo hecho figura al arquero adversario Sebastiano Desplanches, quien le ahogó el grito de gol a Anderson Duarte tras un gran cabezazo certero, recién en el segundo tiempo las emociones recién comenzaron a brotar en el verde césped platense. Y también las polémicas.
A los 35 minutos del complemento, Matteo Prati le acertó una brutal plancha en la mitad de la cancha al capitán uruguayo Fabricio Díaz, el árbitro sueco le mostró la tarjeta roja en primera instancia, pero tras varios minutos de revisión en el VAR decidió modificar su decisión y tan sólo le sacó amarilla en una decisión controversial por la violencia de la infracción.
Sin embargo, a los 40 minutos de la segunda parte la Celeste mostró la garra charrúa, infló el pecho y gracias a un exquisito cabezazo de pique al piso de Luciano Rodríguez logró abrir el marcador para que el combinado nacional uruguayo se proclame campeón sub 20 por primera vez en su historia.
Tras la coronación, el entrenador de la Celeste, Marcelo Broli, sostuvo que "es una alegría muy grande para todo nuestro país, que es muy chiquito y humilde, pero que sabe esto de hacerse fuerte en el primer nivel mundial. Ojalá sea el comienzo de una serie de alegrías para todos los uruguayos que amamos el fútbol". Consultado sobre la forma de conquistar el título, ponderó que "se jugó bien, con presión, con orden y siempre con gran actitud".