Las conversaciones en el marco de las paritarias entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas de transporte del interior del país, pasaron a media tarde de este lunes a un cuarto intermedio tras una discusión "muy trabada" según confiaron voceros que participan de la reunión virtual cuyo principal objetivo es destrabar el paro anunciado para la cero hora de mañana y por 72 horas. De no garantizarse el aumento equiparable a lo que obtuvieron los choferes porteños a principios de año, los trabajadores del volante llevarían la medida de fuerza durante este martes, miércoles (jornada feriado por el Censo 2022) y el jueves.
Mientras tanto, se llevó adelante la discusión paritaria a partir de las 15, luego de la prórroga a la conciliación obligatoria dictada hace 15 días atrás por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que congeló el paro de la semana pasada y le puso un paraguas hasta hoy. Sin embargo, culminada esta conciliación las partes volvieron a reunirse en un clima áspero que podría desembocar en las medidas de fuerza ya anunciadas.
En un comunicado del viernes pasado, la Federación Argentina de Transportistas de Pasajeroes (Fatap) y tras un encuentro con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich se planteó la preocupación en torno a la mesa paritaria con UTA a nivel nacional.
Según los empresarios, el impacto de la nueva pauta salarial sería de 14.000 millones de pesos para el interior del país, y de no ser acompañados con nuevos subsidios nacionales, esos fondos deberían provenir de las empresas o de los estados provinciales.
"Si bien desde Nación se ratificó el compromiso de establecer un fondo de 46.000 millones de pesos para el interior en 2022, los subsidios para todas las jurisdicciones apenas representan el 15 por ciento del total, mientras que el restante 85 por ciento se destina al AMBA. Eso hace que tanto los gobiernos provinciales como las empresas del interior del país cuenten con muchos menos recursos para hacer frente a los nuevos acuerdos salariales", advirtieron previo al encuentro paritario.
El gremio, por su parte, dejó trascender que más allá de la desigualdad que existe a la hora del reparto de subsidios, en el que las ciudades del interior del país se ven muy perjudicadas con relación a Buenos Aires, quiere una respuesta más contundentes de los estados provinciales y municipal para resolver el conflicto. “No vamos a subsidiar al sistema de transporte con nuestros salarios”, afirmó por entonces el líder de la UTA Rosario, Sergio Copello.