El neerlandés Mathieu van del Poel sumó ayer su cuarto título del mundo de ciclocross tras vencer en una vibrante carrera al belga belga Wout van Aert, en un duelo de dos de los ciclistas que mejor rendimiento tuvieron en las pruebas de ruta del calendario profesional de la UCI en el pasado año, que signado por la pandemia del coronavirus tuvo un apretado programa de competencias realizadas en cuatro meses y medio.

El de ayer fue el tercer campeonato ganado de manera consecutiva por el ciclista de los Países Bajos (ex Holanda) y lo hizo derrotando en su propia casa a Wout van Aert y Toon Aerts, en un circuito especialmente diseñado en la ciudad de Ostende para favorecer a las cualidades del triunfador en la Strade Bianchi y gregario de lujo que tuvo Primoz Roglic en el pasado Tour de Francia.

Tras una salida muy pareja, la carrera comenzó con un Van Aert muy ambicioso, marcando un elevado ritmo en cabeza, que solo pudo seguir Van der Poel. El belga demostraba sus virtudes sobre la arena de la playa de Ostende, haciendo sufrir al neerlandés, y marchándose con una ligera ventaja por delante.

Una caída del, luego campeón, aumentaba las expectativas de los locales, pero un inoportuno pinchazo, permitió al neerlandés recuperarse y luego imponer condiciones hasta el final. Arribó a la meta con una ventaja de 37 segundos sobre su escolta y 1m24s con respecto al tercero.