Por primera vez, un sanjuanino logró consagrarse campeón en el rally chileno, tras una impecable labor en la clase R3 Lite, a bordo de un Citroen DS3. Hacía 8 años que un extranjero no se coronaba en el vecino país; mientras que por segunda vez, un representante de la provincia logró un título fuera del país en esta especialidad, luego de que el binomio Hermes y Fabio García fueran campeones sudamericanos de rally en 2006. Santiago Gambetta, de apenas 22 años, disfruta su conquista y mientras proyecta seguir su carrera en el exterior repasó sus alegrías, sus inicios y el amor que tiene por el rally.
-Tu título tuvo una amplia repercusión en Chile, ¿cómo se vive eso?
-Hacía mucho tiempo que un extranjero no era campeón allá, el único argentino en lograrlo hasta ahora había sido nada menos que Gabriel Pozo en 1999 y para el automovilismo chileno esto fue histórico. Obviamente que para mí fue una alegría enorme. Además pude medirme con grandes pilotos y ganarles.
-¿Cuáles fueron las claves de este campeonato?
-Nunca encaramos nada sin saber que vamos a dar todo el esfuerzo, aunque esto es automovilismo y sabemos que los autos se rompen, ese es un factor principal. Además, el sacrificio, la pasión, el entrenamiento y haber tenido el presupuesto adecuado. Para correr este año en Chile me ayudaron la Secretaría de Deportes y varios sponsors, pero mi papá y mi familia fueron mis principales sostenes y por eso les dediqué el título.
-¿Por qué el rally?
-Lo sigo desde chico, por mi papá. A los 13 empecé en el karting y cuando cumplí 17, saqué el carné de conducir y comencé con el rally. Soy un apasionado y mis mayores logros son haber ganado el Campeonato Sanjuanino en 2013 y el Campeonato de San Luis en 2014, además obviamente que ser campeón ahora en Chile.
“El rally de San Juan vive un presente difícil. Este año hubo dos carreras, pero hubo muy pocos autos. No se puede organizar una carrera para 15 autos, no hay organización que aguante. Tal vez no hay interés de los pilotos”.
-¿Qué locuras hiciste para poder correr?
-Muchas. En 2014 organicé dos peñas para juntar el presupuesto, que me ayudó a salir campeón en San Luis. Además, vendí paellas y locros para poder correr. Y este año, en la penúltima fecha, tuve un vuelco muy importante a mucha velocidad, que dañó mucho el auto. Mi papá asumió los costos, porque es un auto alquilado a un equipo, y ahora le estoy devolviendo lo que pagó con la mitad de mi sueldo, todos los meses.
“A nivel nacional, el rally necesita un cambio. Siempre corren los mismos y está todo armado para eso. Prácticamente no hay gente joven en el campeonato argentino; pero creo que en algún momento van a tener que cambiar de postura”.
-¿Cómo es tu vida fuera del rally?
-Trabajo en la coordinación del plan La escuela sale del aula en la escuela Julia León, que es un contraturno con los alumnos de tercer año. También les doy educación vial. Además, entreno desde lo físico y trabajo con lo vinculado a la sponsorización.
-¿Cómo sigue tu carrera deportiva?
-La idea es seguir corriendo en Chile el año que viene, pero también estamos trabajando con una posibilidad de poder ir a Europa. Allá hay una vidriera importante, las marcas están muy atentas y, por mi edad, creo que es el momento justo para tratar de empezar a volar si es que quiero vivir de esto. No es nada seguro, pero lo voy a intentar.