Fotos: Ing. Agr. Alejandro Platero

Segundo año de verdeo. En la melga de la izquierda se puede ver el agropiro de color verde oscuro y al centro, el nuevo verdeo con la cebada negra ya con sus espigas.

 

Si buscamos una definición agronómica, o una explicación técnica de qué es un verdeo, se puede explicar que es un determinado cultivo, siempre de especies herbáceas, tanto invernales como estivales, que pueden ser de carácter transitorios, a los que llamamos "anuales", o si no permanentes, que denominan "perennes"; que son sembrados por lo general entre cultivos de tipo perennes como la vid, olivo o frutales de carozo y de pepita, en nuestra zona de producción. 

Pueden ser clasificados en puros, consociados, o también de otras maneras. Su utilización puede formar parte de un manejo integrado (agrícola) o para consumo animal, o finalmente también puede usarse en manejos mixtos (agropecuarios). Esta semana, Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO entrevistó a Alejandro Platero, ingeniero agrónomo sanjuanino de gran experiencia en manejo vitivinícola, tanto en nuestra provincia, como asimismo en La Rioja y Catamarca, para conocer diversos trabajos realizados en el área de los verdeos, y otros que tiene en ejecución en este momento.

"Entre los beneficios de estos verdeos -mencionó- encontramos la estructuración de los suelos, el control de las malezas, también el control de plagas, agreguemos el control sanitario, la recomposición de la microflora y fauna a nivel de suelos, da fertilidad, una mayor retención hídrica, evita la erosión, insolación y evaporación del agua del suelo manteniendo la humedad de los mismos, aumento de la CI, la retención y aporte de nutrientes, rompe capas duras oxigenando el suelo y mejorando la permeabilidad de los mismos evitando el anegamiento por exceso de agua por riego o lluvias, y se me puede estar pasando alguna". 

"Con el paso del tiempo y su continuidad -destacó- mejoramos a nivel subsuperficial el desarrollo o proliferación de las micorrizas a nivel de las raíces del cultivo implantado, fundamentales para la absorción de nutrientes necesarios para la producción".

CAUSA Y EFECTO

"Citando esto -prosiguió el profesional del agro- un análisis inicial completo de nuestro suelo en laboratorio es fundamental, conocer que tenemos, que pasa en el mismo cuando regamos o cuando tenemos falta de agua entre otras. Es conveniente realizar calicatas y conocer nuestro perfil de suelo para sumarlo a la problemática a resolver y así poder elegir la o las mejores especies, como también el método de incorporación, este puede ser por segado o incorporación por rastreado".

"En la región de Cuyo, por lo general -explicó- el uso de labranza tradicional en donde se suman excesos de rastreos, aplicaciones constantes de herbicidas, pulverizaciones, el uso de fertilizantes de naturaleza química, etc., hacen que el suelo pierda su estructura, destruimos básicamente el equilibrio del tándem tierra-agua-aire y el desarrollo de microorganismos benéficos, que son de vital importancia para el desarrollo radicular". 

"Para cada caso -dijo el especialista- podemos optar por diferentes especies y variedades vegetales, que se consiguen en el mercado para su uso como verdeos, ya sea de invierno o de verano. Pueden ser de tipo anual o de tipo perennes, como ser: cebada, centeno, avena, agropiro, trébol, vicia, mostacilla, etc."

 

  • Ejemplo en San Juan y recomendaciones técnicas

A modo de ejemplo, citaremos un cultivo de vid con suelo duro, sistema de riego por goteo y agua de pozo con Conductividad Eléctrica (CE) de 2,3 dS y 1,6 ppm de boro. Se puede realizar un verdeo con excelentes resultados haciendo uso de las mangueras de riego por goteo y con un costo de mano de obra de 2 a 3 jornales por hectárea en el manejo de las mismas.

Para este caso se elige como especies cebada negra (por su tolerancia a las sales y condiciones adversas) de tipo anual y al agropiro alargado (de ciclo perenne y tolerante a condiciones de suelos y de aguas extremas).

La manguera de riego que se ha ido moviendo para su desarrollo. 

 

Parral de uva variedad Bonarda con la consociación de cebada negra con agropiro.

 

Ambos ayudarán a disminuir la dureza del suelo, aportarán materia orgánica, producirán masa foliar para hacer mulching y lo más importante, consumirán sales y boro que podrían llegar a ser tóxicos para el cultivo.

Esto mismo define que el verdeo será segado (cortado con máquina) y no incorporado al suelo, ya que esto favorecería la rápida descomposición de la masa foliar y el reingreso al sistema de las sales consumidas. Lo ideal es sacar la masa segada y así exportar las sales absorbidas. Su mantenimiento como cobertura es más beneficiosa.

Desorillado para el control de las malezas.

 

Tapado, con el mismo objetivo que el anterior. 

DOSIS

Se recomienda una consociación (usando ambos, cebada negra y agropiro) al 50% utilizando un total por hectárea de entre 25 a 30 kilogramos (15 y 15 sería lo ideal, cuando ambos son de excelente semilla y alto poder germinativo) melga por medio, sembradas al voleo o con una sembradora. Debemos contemplar la continuidad de las tareas culturales que se llevarán a cabo por la otra melga.

Posteriormente se corren las mangueras de riego, dando riegos de ciclos cortos y alternados, cada 2 o 3 días, para poder humedecer por capilaridad abarcando toda la melga en poco tiempo y llegando a profundizar en una primera etapa unos 10 a 15 centímetros. Esto es más que suficiente, en los meses de marzo a abril, para el establecimiento de las especies sembradas, en un verdeo de invierno.

A posteriori, se podrán dar unos dos riegos más, antes del espigado de la cebada negra, mientras el agropiro se establece lentamente, abriéndose paso luego de los segados de la cebada negra, que con este sistema pueden ser dos o tres, por su excelente macollado y espigado