Señor director:
No es la primera vez que ocurre. No se trata de hambre, sólo de hacer daño, de obtener algún producto gratis y hacerle aún más imposible la vida al chofer, al trabajador de cada camión que tiene la desgracia de accidentarse por un vuelco o colisión en la ruta. Y, cada vez que sucede en San Juan como en el país, las burlas en otras naciones no se hacen esperar. Nos tratan de “muertos de hambre”, entre tantos calificativos lacerantes para quienes sentimos el orgullo de ser argentinos.
El pasado miércoles volcó otro camión. Gente en camionetas llevándose gaseosas. Una persona que tiene automóvil o camioneta, no creo que esté pasando hambre como para ir hasta la Cuesta de las Vacas, Caucete, para cargar en su rodado decenas de botellas de gaseosas.
Sin lugar a dudas, en este tipo de casos debe intervenir un juez y ordenar a la Policía que identifique a los delincuentes que saquearon este y otros camiones accidentados.
