Hace 10 años que Daniela Elías y Juan "Jota" Caldaroni, se lanzaron a una aventura que, al cabo de un tiempo, se transformaría -conscientemente- en su modo de vida. Viajar, es para ellos, sinónimo de vivir. No es un mero hacer valijas y dedicarse a recorrer el mundo, pasando raudamente por los sitios más taquilleros para tener la foto como trofeo. Sino que es llegar a esos lugares perdidos y conocer la gente que vive allí para corroborar que los "seres humanos somos todos iguales, la única diferencia es que nació en otra parte del planeta” y que no hay destinos peligrosos, sino falta de información y difusión. Justamente esa experiencia es la que traerán esta semana a la provincia, con la presentación de su último libro (ver recuadro Páginas del mundo)
Todo empezó el 1 de enero del 2009, cuando ella tenía 19 y él apenas dos años más, mientras estaban estudiando la carrera de Turismo en la Universidad de Buenos Aires y decidieron salir de viaje para poner en práctica y seguir mejorando su nivel de inglés. Con el flamante título de Guías de Turismo, se fueron a Nueva Zelanda. Y lo que iba a ser una estadía de 3 meses, viró por otros rumbos, cambiando la historia para siempre, ya que se convirtieron en viajeros sin límites.
"En Nueva Zelanda nos dimos cuenta que se abría un mundo ante nosotros y descubrimos que 3 meses no serían suficientes. Así es que esos 3 meses se convirtieron en un año. Pero tampoco era suficiente entonces seguimos viajando y buscando una manera para hacerlo sustentable. Salimos con una Visa de los programas de Working Hollidays para trabajar en Nueva Zelanda y Australia que se extendió a tres años. Y de allí partimos hacia un montón de rincones del mundo de los que éramos totalmente ignorantes, ni siquiera sabíamos que existían, que no podíamos ni pronunciar o ubicar en un mapa . Y descubrimos que en esos lugares reina la hospitalidad y hay buena gente, pese a lo que nos venden los medios de comunicación. Así fue cómo captamos que la importancia de viajar pasaba por poder entendernos entre nosotros, entre los seres humanos de este mundo. Y bueno empezamos a buscar la forma de seguir de viaje, para conocer de cerca la realidad de cada país”, cuenta Daniela, haciendo un repaso desde el 2009 hasta el 2019, tiempo en el que pasaron desde una tarde con presos de una cárcel filipina, varios días en casa de refugiados iraníes, acamparon frente a la mansión del presidente de Tayikistán y también en una playa minada de Azerbaiyán, hasta rezaron con musulmanes en una mezquita de Malasia y en las montañas de Laos vivir el año nuevo de la minoría Hmong.
El primer destino fuera del itinerario planificado fue Irán, un país peligrosísimo para la mayoría y para sorpresa de ellos, todo lo contrario, un lugar súper amigable. Al punto que ese sitio les cambió la forma de percibir el mundo, de pensar y actuar. Esa actitud fue determinante para empezar a volcar en un blog, primero (www.marcandoelpolo.com) y luego en dos publicaciones, todo lo que sentían y vivían en distintas partes del mundo.
"No fue un viaje, fueron muchos viajes. En realidad ya es un estilo de vida. Lo que siguió fue viajar desde Filipinas para terminar en Turquía, de una punta a otra de Asia, haciendo dedo para tener que confiar en la gente a cada paso y para demostrar que el mundo no es tan grande ni peligroso, sino que los peligros los creamos nosotros y eso hay que derribar porque las fronteras mentales nos van separando de los otros”, agrega la viajera que a esta altura de las circunstancias ya ha recorrido más de 40 países.
Sin darle descanso a los pasaportes, esos son los documentos -además de lo vivido y los libros- que testimonian el paso por Nueva Zelanda, Samoa, Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Malasia, Singapur, Australia, Irán, Sri Lanka, India, Bangladesh, Nepal, Hong Kong, Macao, China, Mongolia, Indonesia, Brunéi, Fiyi, Italia, ciudad del Vaticano, Suiza, Francia, Filipinas, Mynmar, Taiwán, Japón, Corea del Sur, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzekistán, Azerbaiyán, Armenia, Nagorno Karabakh, Georgia, Abjasia, Turquía, España, Andorra, México, Perú, Bolivia, Uruguay, Turquía, Bulgaria, Macedonia, Estambul y Kosovo. Algunos destinos repitieron, y en más de una oportunidad. A la Argentina volvieron en 3 oportunidades, como ahora que están haciendo giras por todo el país, Chile y Uruguay para presentar los libros, cuya venta sirve para solventar futuros viajes (también dan charlas y cursos sobre fotografía, por ejemplo).
Lo más importante para ellos es la gente -a muchos volvieron a ver y fue una emoción enorme, a otros siguen en contacto virtual-. "La gente es el principal atractivo que cada país puede tener. De hecho nuestros viajes no podrían haber sido posibles si no habríamos encontrado tanta gente hermosa por el mundo, tanta gente dispuesta a regalarnos su tiempo, contarnos su historia, contarnos sobre su país y dejarnos ser parte de su familia al menos por unos días”, dice la pareja que por supuesto seguirá viajando. Aún no hay destino definido pero sí modalidad: en bicicleta será la próxima aventura.
Páginas del mundo
La presentación del libro "Eliminando fronteras” -con firma de ejemplares incluida- será el 3 de octubre a las 19:30 en la Sala del IOPPS, en Pedro Echagüe 475 oeste.
Con entrada libre y gratuita, es una invitación a conocer en detalles algunas de las experiencias de la pareja en los viajes de los últimos años por Asia.
Los libros (el primero "Viaje interior” -una inspiración para que la gente que no se anima, viaje y por eso le cuentan etapas de los viajes, desde la idea hasta la concreción y el regreso- y el segundo -‘Eliminando fronteras, de Filipinas a Turquía”-) se venderán en el lugar.