Comenzando la audiencia, el juez de Flagrancia Eduardo Raed se enojó con el grupo de 48 jóvenes imputados por participar en la fiesta clandestina de Capital.

Fue porque no guardaban silencio y el ruido complicaba la realización de la audiencia, que contó con un inédito despliegue en las 4 salas del edificio de Flagrancia, además del subsuelo.

El magistrado pidió a los policías que custodiaban cada sala que de ser necesario tomaran las medidas correspondientes.

Tras el enojo de Raed, los jóvenes guardaron silencio, pero aproximadamente media hora después volvió a llamarles la atención. Fue porque estaban prácticamente "echados" en las sillas, algunos con las manos en los bolsillos o de brazos cruzados.

"Les voy a pedir por favor que controlen la postura en la que están sentados los imputados, porque están en un acto solemne", les solicitó a los efectivos policiales.

"No quiero a nadie con los pies estirados ni con los pies cruzados. Quiero una postura formal tal cual lo amerita un acto solemne el cual es una audiencia", lanzó luego. Mirá el video.