Luciano Sánchez, de Argentinos, sufrió una escalofriante lesión en el partido de Copa Libertadores ante Fluminense. Recibió un planchazo de Marcelo, que lo agarró con la pierna apoyada y lo rompió: al ver la gravedad de la acción, el lateral brasileño se agarró la cabeza y se largó a llorar. Imágenes verdaderamente sensibles.
