Al menos siete personas murieron, otras 31 resultaron heridas y 4 se encuentran desaparecidas luego de que una pared rocosa de un cañón se derrumbara sobre cuatro lanchas con decenas de turistas a bordo en el Lago de Furnas, en la ciudad de Capitolio, una comarca turística del estado brasileño de Minas Gerais ubicada a 290 kilómetros de su capital Belo Horizonte, informó el Cuerpo de Bomberos.

La tragedia se agigantó porque el derrumbe de un franja rocosa fue filmado desde otras embarcaciones y pudo verse cómo la piedra gigante aplastó a las lanchas e hizo volar por los aires a varias personas.

Así, la tragedia se convirtió en una conmoción nacional.

El comandante de bomberos Edgard Estevo informó a los medios que siete personas murieron ahogadas o aplastadas por la roca que se precipitó al lago.

Las víctimas no habían sido identificadas hasta esta noche y según los cálculos de las empresas de paseos turísticos de Capitolio todavía hay 4 desaparecidos.

Estevo había informado que había 20 desaparecidos pero con el correr de las horas esa cifra bajó a cuatro.

 

 

También cuatro personas se encuentran internadas mientras que otras 27 fueron dadas de alta luego de haber sido curadas de sus lesiones.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó que la Marina está participando de la búsqueda de desaparecidos en uno de los lagos más importantes, tanto para el turismo como para la generación de energía de gran parte del país.

Los videos con la escena del deslizamiento muestran que desde otras lanchas se les estaba avisando a las embarcaciones cercanas a los muros del cañón que estaba ocurriendo un derrumbe, pero el alerta no llegó a tiempo.

En la zona había unas 20 embarcaciones con turistas, sobre todo porque el lago recibe visitas los fines de semana.

Buzos de los bomberos y de la Marina buscaron cuerpos durante la tarde y suspendieron a las 18.30 los trabajos, con la entrada de la noche.

Escenas de bomberos rescatando del agua a heridos que habían quedado flotando fueron mostradas también en las redes sociales, en medio del llanto de los sobrevivientes en una de las playas del Lago de Furnas, adonde llevaban a los rescatados.

La tragedia ocurrió a las 12.30, después de que Nova Lima, en el Gran Belo Horizonte, sufriera inundaciones y el avance descontrolado del agua luego de que desbordara, por exceso de lluvias, el dique de desechos de una mina de hierro.

Geólogos consultados por el canal GloboNews indicaron que el desprendimiento rocoso es una posibliidad dentro una formación como un cañón pero alertaron que el desmoronamiento de una franja gigante de piedra hacia el lago pudo haber sido por fuerza de las lluvias que desde diciembre golpean diariamente a Minas Gerais, Bahía, Río de Janeiro y San Pablo.

Además del presidente Bolsonaro, el líder opositor y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se sumó a las condolencias por la tragedia, al igual que todo el arco político, sobre todo porque el estado de Bahia reporto 26 fallecidos la semana pasada por inundaciones y más de 90.000 evacuados en 72 municipios.

El desprendimiento de parte de la roca del cañón en el Lago de Furnas fue vertical y perpendicular, explicó el geólogo Fabio Braz, de la Sociedad Brasileña de Geología.

"El agua en exceso penetra por las fracturas de la roca y aumenta el peso del bloque de piedra. Con estas lluvias intensas el bloque se desprendió. La caída del bloque de roca es como una forma de torre. Es necesario evitar acercarse al paredón y en caso de lluvia la actividad turística debe ser suspendida", dijo al diario O Globo.

El portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, Pedro Aihara, explicó que la forma en la que la roca se desprendió del cañón terminó golpeando directamente en las lanchas y a las personas.