El buque portacontenedores ONE Apus echó anclas ese martes en el puerto japonés de Kobe luego de que 1.816 de sus contenedores cayeran por la borda a causa de las inclemencias meteorológicas el pasado 30 de noviembre, cuando se enfrentó a olas de hasta 16 metros de altura, según un comunicado oficial de la compañía Ocean Network Express.

El incidente, que tuvo lugar a unas 1.600 miles náuticas al noroeste del archipiélago de Hawái, hizo suspender la travesía y cambiar el rumbo del busque hasta el muelle japonés, adonde tardó 8 días en llegar. Inicialmente, el gigantesco portador marítimo se dirigía de Yantian (provincia china de Cantón) a Long Beach (California, EE.UU.).


Entre los contenedores desaparecidos se hallaban 64 con mercancías peligrosas. Concretamente, se trata de 54 contenedores con fuegos artificiales, mientras que otros ocho llevaban baterías y dos, etanol líquido. Para darse cuenta de la magnitud de las pérdidas, cabe señalar que el ONE Apus puede transportar alrededor de 14.000 contenedores, así que los casi 2.000 perdidos representan un 13 % de su capacidad total.

Para empeorar la situación, numerosos contenedores a bordo se encuentran volcados, así que la envergadura real del desastre está lejos de ser estimada. A pesar de que la tripulación y el buque ya se encuentran fuera de peligro, lo más desalentador del episodio es que los 1.816 contenedores arrastrados al mar marcan un nuevo récord en las pérdidas de cargas de este tipo.