El descenso del nivel del agua subterránea, que obliga a los viñateros que tienen pozos a modificar sus perforaciones o a hacer nuevas, se ha sumado como un problema más en medio de la sequía que ya viene afectando al sector productivo. Según estimaciones en ese ámbito, el inconveniente puede llegar a tener efectos negativos en unas 15.000 ha de viñedos, casi una tercera parte de lo cultivado, que asciende a unas 47.000 ha.

En un año en el que San Juan atraviesa por una severa crisis hídrica debido a las escasas nevadas registradas en la cordillera durante el invierno pasado, que anticipan un mayor uso de las perforaciones porque son una alternativa para evitar que se sequen los parrales, el nivel del agua en los acuíferos subterráneos ha empezado a descender. Eso provoca que muchos pozos queden "colgados", es decir que las bombas no pueden seguir extrayendo agua o el caudal es menor. Las opciones son bajar las bombas a más profundidad, hacer una reperforación en el mismo lugar o directamente hacer un nuevo pozo. Pero no es fácil en estas épocas porque las empresas dedicadas a esos trabajos están muy ocupadas y recién están dando turnos para el año próximo.

Pablo Martín, de la Mesa Vitícola, y con viñedos en Caucete, contó que en agosto hizo una medición del nivel del agua en un pozo de su finca y estaba a 20 metros. En los primeros días de noviembre repitió la prueba y ahora el agua está a 30 metros. Por eso deberá bajar la bomba si quiere obtener agua para regar sus parrales. "Como está creciendo la demanda de agua el problema se va a agravar", dijo el productor.

Hacer un pozo nuevo puede llegar a costar entre 12 a 15 millones de pesos. Y el costo de bajar una bomba puede estar entre los 50.000 y los 100.000 pesos, dependiendo de la dificultad de la operación y del tiempo que le demanda a la empresa.

En San Juan hay unas 8 empresas dedicadas a la tarea, según dio a conocer Wbaldino Acosta, titular de la Cámara de Empresas Perforistas, y dijo que todas están trabajando a pleno.

Esta es una época particular para los viñateros porque en noviembre los parrales empiezan a demandar más agua porque es la época del "engorde" del grano y por eso el requerimiento es mayor.

Desde la Asociación de Viñateros Independientes, Juan José Ramos sostuvo que en la entidad hay muchos asociados con ese problemas e incluso él mismo tiene un pozo que no puede utilizar porque la napa bajó. "En 25 de Mayo el nivel del agua ha bajado por lo menos 5 metros", dijo el dirigente. Y por eso dijo que desde la asociación están en campaña para que el Departamento de Hidráulica no autorice nuevas perforaciones.

Eduardo Garcés, titular de la Federación de Viñateros, comentó que también sus asociados tienen el problema y lo han venido planteando. "Yo también tengo dos pozos en esas condiciones", sostuvo. Y agregó que "la napa va a seguir bajando".

 

  • La situación en las chacras

A causa de la baja que se ha producido en las napas de agua del subsuelo, ya hay estimaciones que indican que hay unas 50 hectáreas de chacras afectadas en Santa Lucía y Pocito, el 2,5% del total cultivado en San Juan. A su vez, y también por la sequía, en la Sociedad de Chacareros calculan que se reducirá entre 20 y 30% la siembra que hasta ahora se venía ubicando en 2.000 hectáreas, con lo cual la provincia contará solamente con entre 1.400 a 1.600 hectáreas de verduras y hortalizas, para la próxima campaña.

La proyección de cultivo de los melones en el departamento de Sarmiento es similar: en la Asociación de Productores de Semillas (Aprosem) estiman una reducción del 25% este año por la falta de agua.