La cercanía que no logró con Néstor y Cristina Kirchner mientras fue la máxima autoridad del Episcopado argentino, Jorge Mario Bergoglio la consiguió a partir de su consagración con papa Francisco el 13 de marzo de 2013. Los viajes de Cristina Fernández de Kirchner al vaticano para presentarle sus respecto como Jefa del Estado argentino sorprendieron a propios y extraños. No era para menos. Néstor y Cristina sacaron al interior de Buenos Aires y el interior del país el tradicional Tedeum del 25 de Mayo sólo para evitar las críticas del prelado. Pero todo cambió con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación. El papa Francisco marcó claras diferencias con la gestión en el área social de la gestión macrista y tendió puentes al kirchnerismo aun en su peor hora, con la Justicia pisándole los talones a sus principales figuras. Muchos, o todos, los curas villeros se encolumnaron detrás de la doctrina social del peronismo y denunciaron sistemáticamente las políticas neoliberales implementadas por Macri y sus consecuencias: la pobreza y la exclusión en primer lugar. 

Esta cercanía no pasó desapercibida para el reconocido diario británico Financial Times, que a la luz de los resultados de las elecciones primarias del 11 de agosto, no dudó en vincular el arrasador triunfo del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, con esta cercanía de la dirigencia K con el Papa.

El diario aseguró ayer que el papa Francisco "fue clave" para la reconciliación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, los candidatos del Frente de Todos que obtuvieron la mayor cantidad de votos en las PASO.

"Los inversores se preguntan cuál Fernández gobernará la Argentina", fue titulado el articulo en el que se analiza la participación del sumo pontífice en el crecimiento político de los últimos dos años, que llevaron a unos comicios donde el Frente de Todos logró una ventaja superior a los 15 puntos a nivel nacional.

"El momento decisivo en las cuatro décadas de carrera del hombre que muchos creen será el próximo presidente de Argentina tuvo lugar a comienzos de 2018, cuando tuvo un encuentro privado con el papa Francisco", señala el texto, y sostiene que ese encuentro con Francisco "fue un paso clave" para el diálogo posterior que inició con Cristina Kirchner.

Fue, según el texto firmado por el periodista Benedict Mander, el primer paso para la reunificación del peronismo "luego de su humillante derrota en las elecciones de medio término de fines de 2017, y puede haber ayudado a pavimentar su camino de regreso al poder".

Citando a un "asesor cercano" del candidato del Frente de Todos, sostiene que "Francisco alentó la reconciliación de Alberto con Cristina".

Después de dar cuenta de la fuerte devaluación que se produjo el lunes tras el resultado de las PASO señalando que "los inversores abandonaron los activos argentinos por temor a que el país estuviera al borde de un retorno peligroso al populismo económico", destaca que "quienes conocen a Fernández insisten en que son exagerados los temores de un regreso al aislamiento económico de la Argentina".

"La mayor duda sobre Fernández", agrega, "es si, una vez en el poder, sucumbiría a los caprichos de su poderosa y ambiciosa vicepresidente". Y cita a Julio Bárbaro, aclarando que votó por Macri en 2015, y que asegura que el candidato tiene buenas relaciones con los empresarios y con los medios: "Alberto traerá calma a los mercados inmediatamente. El "kirchnerismo" se terminó. Alberto no es Cristina".

En su análisis, el diario británico indica que el inesperado triunfo de Alberto Fernández se explica por la situación económica -la inflación supera el 50 por ciento- pero, agrega el diario, podría no haber sucedido sin la unificación del peronismo. "Mientras Cristina Fernández tiene el apoyo de alrededor de un tercio de la población, Alberto Fernández logró obtener casi la mitad de los votos, lo que sugiere que su imagen centrista ayudó a ganar a los votantes de clase media enojados con el fracaso del gobierno en arreglar la economía".

 

> Evo no quiere una Bolivia como Argentina

 

El presidente de Bolivia, Evo Morales, sostuvo ayer que no quiere que en su país suceda "lo que está ocurriendo en Argentina", donde hay problemas económicos causados, a su juicio, por el retorno del "modelo neoliberal".

El gobernante hizo esta afirmación en un acto electoral en el que sindicatos y sectores sociales del departamento de La Paz afines a su Gobierno lo proclamaron como su candidato para los comicios generales del 20 de octubre en Bolivia.

Morales aseguró que se informa a diario sobre "lo que está pasando en Argentina" y "cómo es cuando el modelo neoliberal vuelve" a un país. "A Argentina vuelve la derecha, vuelven las políticas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), ahora cómo está. Tenemos familiares que están retornando masivamente", sostuvo.

"No quisiera que ocurra eso, lo que está ocurriendo en Argentina, esa es nuestra responsabilidad", agregó el mandatario boliviano ante miles de partidarios del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) concentrados en una avenida troncal del sur paceño.

Télam