El vino francés, el más afectado en EEUU en el primer mes tras la subida de aranceles adoptada por el gobierno de Donald Trump. A mediados del pasado mes de octubre de 2019 entró en vigor la medida adoptada por el gobierno de Donald Trump relativa a la subida de aranceles contra el vino de algunos países europeos, entre ellos España y Francia, además de Alemania y Reino Unido.
Esta semana el Observatorio Español del Vino, OEMV, dio a conocer los datos de importación en Estados Unidos de vino envasado (no espumoso, ni bag-in-box), partida afectada por dicha medida, para noviembre de 2019, primer mes tras la aplicación de estos nuevos aranceles.
El OEMV hizo énfasis en el fuerte descenso de las importaciones de vino envasado francés, tras varios meses consecutivos de subidas. Esta caída es particularmente fuerte en valor, ya que el precio medio se desplomó y, aun así, cayó el volumen. España, cuya evolución a lo largo del año ha sido muy irregular, también perdió ventas en noviembre, si bien la caída ha sido menor que la registrada meses atrás. Parece que Italia, que creció en noviembre, ha sido el más beneficiado por la subida de aranceles sufrida por sus dos principales competidores europeos, si bien lo hizo menos que en meses atrás, alternando, al igual que España, meses de bajadas.
En definitiva, en un mes en el que las compras estadounidenses de vino envasado cayeron globalmente un 6,5% hasta los 54 millones de litros, los primeros datos apuntan a caída de los vinos de los países directamente afectados por la subida de aranceles, si bien la comparación con meses anteriores da a entender que este cambio de tendencia parece más notable en el caso de Francia y no tanto en el de España, por lo que conviene esperar a ver cómo evolucionan las tendencias en los próximos meses.
En noviembre de 2019, primer mes tras la entrada en vigor de la medida adoptada por el gobierno de Donald Trump relativa a la subida de aranceles contra el vino de algunos países europeos, Estados Unidos invirtió: 8,2 millones de U$S más en vino envasado de Italia (+6,7%), 1,8 millones de US$ más en vino envasado de Nueva Zelanda (+5,8%), España (-11,7%) y Australia (-9,3%) perdieron en torno a 2,5 millones de USD; 6,1 millones de US$ menos en vino envasado de Argentina (-26,7%), y 34,7 millones de US$ menos en vino envasado de Francia (-37,8%), cuyo precio medio se desplomó más del 30%. A nivel global, Estados Unidos redujo en noviembre el valor de sus importaciones de vino envasado un 12,3% hasta los 317,7 millones de dólares.
En noviembre de 2019, primer mes tras la entrada en vigor de la medida adoptada por el gobierno de Donald Trump relativa a la subida de aranceles contra el vino de algunos países europeos, Estados Unidos importó: 812.000 litros más de vino envasado de Italia (+4,1%), 344.000 litros más de vino envasado de Nueva Zelanda (+8,3%), 314.000 litros menos de vino envasado de España (-9,2%), 690.000 litros menos de vino envasado de Francia (-7,9%). Australia (-13,6%) y Argentina (-23,2%) caen en algo más de 1 millón de litros. A nivel global, Estados Unidos redujo en noviembre un 6,5% el volumen importado de vino envasado, hasta los 54,1 millones de litros.
Importadores y consumidores de EEUU se están movilizando a través de distintas campañas en Internet y redes sociales en las que piden apoyo para evitar la práctica desaparición de los vinos europeos de pequeñas tiendas y lineales de norteamérica. Alberto Gil, en el portal lomejordelvinoderioja.com explica que todo el mundo tiene claro que, de confirmarse los aranceles del 100%, el vino europeo acabaría buscando otros mercados donde fuera más competitivo, especialmente China, con lo que varias campañas desde Estados Unidos están alertando de la pérdida de negocio y empleo que supondría este supuesto. Asimismo, los contrarios a los aranceles destacan que tampoco el consumidor estadounidense saldría ganando, ya que dejaría de tener acceso a grandes vinos del mundo, ni serían beneficiados los productores de vino locales, ya que, ante la falta de diversidad, el consumidor optaría por otras bebidas.
Desde el pasado mes de octubre, cuatro países europeos (España, Francia, Reino Unido y Alemania) soportan aranceles del 25% en sus vinos como consecuencia de la disputa comercial por las ayudas a la fabricación de aviones Airbus (frente a Boeing). De momento, los vinos italianos, griegos o portugueses están exentos, pero el Gobierno de Trump ha anunciado que estudia imponer aranceles del 100% a todos los vinos europeos. El vino ya pagaba impuestos en EEUU por derechos de aduana (0,343 dólares). El arancel del 25% es un gravamen adicional de 2,5 dólares por cada botella de diez dólares desde el pasado 18 de octubre. Kevin Day, escritor, fotógrafo y propietario de una importadora de vinos franceses e italianos en Denver y de la conocida web de vinos "Opening a Bottle", hizo un llamamiento a la sociedad norteamericana para que sus ciudadanos hagan alegaciones en la web oficial del Representante Comercial de los Estados Unidos, responsable de los aranceles al vino y otros productos europeos. Day, en un artículo "Las tarifas de los vinos son reales, habla para detenerlos", advierte de que el daño de los aranceles del 25% a los vinos franceses, españoles, alemanes y de Reino Unido "ya se ha sentido, pero ninguna dosis de analgésico puede manejar el tipo de daño que impondrá un arancel del 100% si se cumple". "Muchos de mis amigos -continúa- trabajan en el área de importación, distribución y venta minorista o restaurantes y una tarifa así cerrará este mercado y diezmará las perspectivas de empleo de muchos de ellos. Así es cómo caerán las fichas de dominó".
La de Kevin Day no es la única campaña contra los aranceles. Jeff Zacharia, propietario de Zachys, una importante importadora de vinos fundada en 1944, pide a sus clientes que no solo escriban al representante comercial de EEUU, sino también al congresista y senador que les representa.
Iniciativa
Bajo el título "Salvar empleos americanos", la plataforma change.org está recogiendo firmas en una iniciativa de importadores de vino en la que piden apoyo contra los aranceles impuestos por EEUU. "Necesitamos sacar la política del negocio del vino", dicen.