Una violenta protesta de trabajadores del astillero estatal Río Santiago en las puertas de la Gobernación bonaerense desembocó ayer en graves incidentes cuando la policía intentó frenar el paso a los manifestantes que intentaron ingresar por la fuerza al edificio. Fue una batalla campal que terminó con un saldo de varios heridos, entre ellos, doce agentes, seis detenidos y numerosos daños materiales.
La convocatoria surgió como respuesta a un informe que advirtió sobre supuestas falencias en el funcionamiento del astillero, como irregularidades en la contratación de personal, baja productividad y corrupción sindical. Esto determinó que comience una investigación en medio de rumores de despidos.
Los disturbios se iniciaron pasado el mediodía frente a la Casa de Gobierno provincial, cuando, según las fuerzas de seguridad, los manifestantes intentaron acceder al edificio por la fuerza, y arrojaron ladrillos, piedras y otros objetos contundentes que hirieron a doce agentes que custodiaban el edificio.
Además de los daños personales, el enfrentamiento se saldó con destrozos en el mobiliario urbano, vidrios rotos y al menos diez coches seriamente dañados, algunos de ellos patrulleros de la policía, y la detención de seis manifestantes.
Los manifestantes avanzaron hasta la puerta de la Casa de Gobierno, tiraron las vallas, quisieron meterse en el edificio y apedrearon los móviles policiales que formaban parte de la custodia.
Según fuentes policiales, los manifestantes avanzaron hasta la puerta de la Casa de Gobierno, tiraron las vallas, quisieron meterse en el edificio y apedrearon los móviles policiales que formaban parte de la custodia.
El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, aseguró que los manifestantes "fueron preparados" para generar incidentes. "Van con martillos para romper veredas", explicó.
"Cuando hay mochilas y palos uno entiende que no vienen solo a pedir diálogo", indicó el funcionario bonaerense.
En ese sentido, agregó: "Hay agrupaciones políticas vinculadas a la manifestación en donde el disturbio es una forma de protesta".
Desde la CTA, por su parte, denunciaron la "brutal represión" de la marcha sindical, y aseguraron que la brutalidad "llegó a tal punto que un patrullero provincial atropelló exprofeso a un grupo de manifestantes".
Juan Contrisciani, delegado de los trabajadores del Astillero, aseguró que se movilizaron "en el marco del conflicto que venimos teniendo por rumores de despidos", además de "las versiones de achique".
Astillero Río Santiago tiene 3.300 empleados y desde hace diez años no termina un barco.