"Que rica que estás (…) Disfrutá, mirá que p… hay muchas", decía el padre. "Pero ninguna como la tuya mi muñequito", respondía su hija, de apenas 12 años. Cuando la madre leyó esos mensajes en el teléfono de su niña, casi se cae de espaldas. En el acto le avisó a su nueva pareja para denunciar, encaró una charla a solas con su nena, tomándose la precaución de grabar cada palabra. Y cuando la nena le confesó todo, la mujer no aguantó y le recriminó a su ex, tratándolo de psicópata: "¡Cómo pudiste hacerle algo así!", le dijo. El silencio fue la respuesta, pero horas después el sujeto le contestó que no era él, que había prestado el teléfono a un amigo, pero ella se mantuvo firme y le anticipó que ambos tendrían entonces que dar explicaciones en la Justicia. Fue ahí que el sujeto admitió la autoría de los mensajes, pero insistió en su idea de confundir a la mujer diciéndole que igualmente le preguntara a su hija, porque la niña le comentó que había perdido la virginidad con un amigo y que a él le había hablado de malos tratos en su casa.
Pero sus dichos no pasaron de un mero intento defensivo. Porque a los mensajes por Whatsapp y las grabaciones de la mujer, se sumaron el informe del médico de que la niña no era virgen. El de los psicólogos que concluyeron que mostraba los indicadores típicos del niño abusado y a él lo describieron como alguien con rasgos psicopáticos e inmaduro sexualmente.
Y esto sin contar la prueba madre, los dichos de la propia víctima, en los que detalló que fue violada a los 10 años en la casa de su abuela para un un Día del Niño, una noche en la que su papá biológico la obligó a dormir con él y antes de abusarla le mostró un video pornográfico. Desde entonces los ultrajes se repitieron y la llevaron incluso a crear una suerte de "aceptación" sobre esa manera de vincularse con su papá, dijeron fuentes judiciales. "De las pruebas se desprende que el sujeto corrompió tanto a la niña que ella pareció enamorarse de él", precisó un investigador.
Todo se denunció el pasado 19 de febrero, cuando la madre de la nena extravió su teléfono y para encontrarlo tomó el de su hija, lo desbloqueó y llamó, pero también se interesó por los mensajes que habían cruzado padre e hija, muy alejados del vínculo parental y más relacionados con el de dos amantes adultos, por el contenido sexual de los envíos, indicaron. Ahora el juez del caso, Martín Heredia Zaldo (Cuarto Juzgado de Instrucción) decidió que el sospechoso (no identificado para preservar a la menor) siga preso en la cárcel de Chimbas con prisión preventiva, por haber cometido aberrantes delitos sexuales contra su propia hija. A saber: abuso sexual con acceso carnal reiterado y corrupción de menores agravado por el vínculo, precisaron voceros judiciales.
El imputado tiene 30 años y hasta los 28 fue soldado. Nada dijo cuando le dieron la oportunidad de defenderse y ahora podrá apelar ante un tribunal superior.