Vitivinicultores de todo el mundo, afectados cada vez más por las sequías o las inundaciones, llamaron esta semana a la unidad contra el cambio climático, no sólo para proteger su producción sino también para cumplir con los objetivos del acuerdo de París.

Reunidos en el salón francés Vinexpo, uno de los más importantes del mundo, los principales actores del sector quieren alentar la biodiversidad o crear cepas más resistentes frente a un fenómeno global.

"Podríamos crear un grupo a nivel mundial de todos los viticultores para luchar por la reducción de los gases de efecto invernadero (…) y hacer un cambio que sería seguido por otras empresas", pidió Miguel Torres, presidente de la española Bodegas Torres, asegurando que el sector necesita "grandes cambios".

Los incendios en Australia o Chile, o las heladas tardías en Francia ilustran las consecuencias del cambio climático, que se irán agravando, según John Holdren, decano de la facultad de Ciencias del Medio Ambiente de Harvard.

El científico apunta a que, a diferencia de otros sectores, los "dirigentes influyentes" del mundo conocen muy bien el vino. "Si podemos hacerles comprender que sus grandes vinos están en peligro tendremos mucha influencia en esta cuestión", asegura.