Finalmente y después de varios meses como consecuencia de la pandemia, el Casleo quedó habilitado para las visitas de turistas y de esta manera se reactivó uno de los atractivos que tiene la provincia y Calingasta en particular. Así, de momento se puede recorrer el complejo astronómico sólo en horario diurno, mientras que desde el 26 de noviembre también podrá hacerse de noche. A la vez, avanzan con obras para mejorar la experiencia de observación, como la ampliación de una plataforma para sumar un domo de refugio, miradores con catalejos, la instalación de un telescopio solar y otro del tipo comercial.

Las visitas diurnas pueden realizarse concurriendo directamente al Casleo de 10 a 12 y de 14,30 a 17 e incluyen además una guía por algunas de las instalaciones, además de conocer el telescopio Jorge Sahade. Las asistencias nocturnas serán habilitadas la semana que viene, según el sitio web del Casleo, y para concretarse deben tener reserva previa. Los interesados tienen que enviar un mail  a visitas@casleo.gov.ar para recibir los detalles.

Pero la novedad de reapertura del Casleo para los visitantes no finaliza sólo con el anuncio, sino que en el lugar trabajan además para mejorar la experiencia de los turistas.

Con respecto a las visitas diurnas, se encuentra en etapa final la construcción de los miradores con catalejos, con los cuales quienes lleguen al lugar podrán apreciar a pleno la cordillera de los Andes, con sus siete picos de Ansilta y el Mercedario, entre otras cumbres; y la fauna autóctona del Parque Nacional El Leoncito. Además, será instalado un telescopio solar para observar el disco del Sol en su plenitud, por lo tanto esta será una nueva experiencia de observación astronómica durante el día.

Por otro lado, están terminando las obras de una nueva plataforma (más amplia que la anterior) que incorporará un domo de refugio en el que los visitantes nocturnos harán sus observaciones sin sufrir tanto las bajas temperaturas. Así mismo, al telescopio Meade de 35 centímetros, uno de los telescopios comerciales más grandes que hay en el mercado, le sumarán un segundo Meade LX-200 de 30 cm, donado por el Ministerio de Turismo.

En tanto, los trabajos para recuperar el comedor siniestrado el año pasado no se detienen. Y una vez finalizados permitirán volver a ofrecer sus instalaciones para aquellos visitantes que después de una cena y una noche de observación, opten por descansar y amanecer en el observatorio, desayunando con una vista increíble de los paisajes calingastinos.

 

  • La cúpula, antes y después

El mes pasado, al Casleo le realizaron obras de mejoramiento por primera vez desde su fundación (en 1986), entre las que se destaca la pintura de la cúpula. El objetivo no fue simplemente estético, sino que la base blanca actual permitirá en unos meses cubrirla con una pintura especial plateada, que fue importada desde los EEUU. Se espera que entonces refracte más eficientemente los rayos solares que tienden a calentar su interior durante el día, generando una diferencia térmica con el exterior que al momento de abrir su shutter (obturador) en la noche provoca turbulencias en el camino óptico del telescopio, degradando la imagen.