En un encuentro sindical, el candidato presidencial Alberto Fernández puso ayer contra las cuerdas a las Leliq, que son las letras que sólo pueden ser adquiridas por los bancos.
"Cuando me preguntan de dónde vas a sacar la plata para hacer todo lo que digo. La plata la voy a sacar de dejar de pagar la usura que se llevan los bancos con las Leliq. Y de ahí vamos a hacer que los jubilados tengan todo el año sus medicamentos, como corresponde. Y vamos a dejar de pagarle a los usureros para que los maestros tengan un salario digno. Y vamos a dejar de pagarle a los usureros para que los trabajadores tengan su paritaria año a año", manifestó.
Las Letras de Liquidez (Leliq) son títulos de deuda creados en enero de 2018 durante la presidencia de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central (BCRA) con el objetivo de contener el dólar con altas tasas de interés (ayer cerró en 75,97 por ciento). Según el Central, "son instrumentos en pesos emitidos por el BCRA diariamente" y sólo pueden ser adquiridos por bancos.
Además de cuestionar las Leliq, Alberto Fernández consideró que "el daño que le hizo al país la salida de la convertibilidad es casi igual al que hizo (el presidente Mauricio) Macri en estos cuatro años. Lo digo para que los argentinos se despierten. (Macri es) un gastador compulsivo".
El candidato presidencial del Frente de Todos se pronunció de esa manera al asistir a un encuentro sindical en el microestadio de Lanús, en el sur bonaerense. En ese contexto, el Congreso de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) aprobó ayer "el regreso al seno de la Confederación General del Trabajo (CGT)", luego de la ruptura producida en 1991.
Siguiendo con las críticas a Macri, Fernández dijo que "han querido enemistar a los maestros con las familias. Reemplazarlos por voluntarios. Todo esto es porque reniegan de la educación pública. No son liberales; son mercantilistas, que de la educación hacen un negocio".
Fernández, que comparte la fórmula con Cristina Fernández de Kirchner, remarcó que la deuda que la administración de Macri contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) equivale a seis veces la que se saldó con el organismo internacional durante el gobierno de Néstor Kirchner.
El candidato a presidente del Frente de Todos se refirió a la gestión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y aseguró que "ningún gobierno en la democracia reconoció tantos derechos individuales a la gente como lo hizo Cristina".
En relación a las elecciones presidenciales, Alberto Fernández expresó que "el cambio no son ellos, somos nosotros. El cambio es terminar con este presente de oprobio y vergüenza al que nos sometieron".
Por su lado, Máximo Kirchner lanzó: "Este 27 de octubre le toca al pueblo que trabaja despedir a un presidente que lo traicionó, que lo endeudó y al que no le dio la talla".
La CTA se reunificó con la CGT
Tras el expreso pedido de unidad sindical de Alberto Fernández, el Congreso Anual Ordinario de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) aprobó ayer "el regreso al seno de la Confederación General del Trabajo (CGT)", luego de la ruptura y las divisiones producidas a partir de 1991, y respaldó la necesidad de refundar "el pacto social en la Argentina" sobre la base del "diálogo y el tripartismo".
El jefe de la CTA, Hugo Yasky, ratificó en el microestadio del Club Atlético Lanús, "la necesidad de regresar al seno de la CGT para fortalecer la unidad del movimiento obrero en una única central", aunque aclaró que esa política no implica "la inmediata desaparición de la entidad" gremial. La historia de la CTA -fundada por el fallecido Germán Abdala y el exjefe de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y de la central, Víctor De Gennaro- comenzó en 1991 luego de que sus principales dirigentes se fueran de la CGT por "el respaldo de sus jefes a las políticas menemistas"; el llamado "Encuentro de Burzaco" del 17 de diciembre de 1991 sería el puntapié inicial de una central que fuera la contracara de la CGT.