“En Argentina la cobertura en mujeres que completan las dosis de la vacuna contra el VPH es de aproximadamente el 50%” (Getty Images)

 

Más del 80% de las personas sexualmente activas se contagiarán alguno de los más de 200 tipos de VPH en algún momento de sus vidas. El 100% de los cánceres de cuello de útero, la cuarta causa más frecuente de cáncer en la mujer, están relacionados al VPH y se estima que en el mundo mueren 270.000 mujeres anualmente.

 

Destacadas organizaciones médicas, ONGs y especialistas en el tema se unen en la Argentina para fomentar el debate, el intercambio de ideas, conocimientos y materiales de investigación.  

 

“La infección persistente por alguno de los tipos de virus de VPH causan ciertos tipos de cáncer, por ejemplo, cáncer de pene, de ano, de vulva, de vagina, de laringe y de hipofaringe, pero sobre todo del cáncer de cuello uterino”,  explicó el doctor Gonzalo Gomez Abuin, jefe de la Unidad de Investigación de Oncología del Hospital Alemán. 

 

“En la Argentina hay un 15% de embarazo adolescente, por ende un 15% de la población adolescente tiene relaciones sexuales sin protección, obviamente, no tuvieron ninguna técnica de fertilización asistida y están expuestos a contagiarse el virus de VPH indefectiblemente”, enunció Silivo Tatti, jefe de la división ginecológica del Hospital de Clínicas UBA.

 

Es la enfermedad de transmisión sexual más común, y si bien muchas de las personas no desarrollan síntomas, igualmente pueden infectar a otras personas mediante el contacto sexual (Getty Images)

 

A su vez, se registra una curva plana de cáncer cervical por año: desde el 2000 se presentan 5000 nuevos casos por año y 2000 nuevas muertes por cáncer cervical en el país. “Nuestras acciones son muy poco eficaces, estamos gastando enorme cantidad de recursos de la salud pública sin poder lograr resultados”, añadió.

 

Prevención primaria y secundaria

 

En Argentina, como en numerosos países, con el objetivo de disminuir la mortalidad ocasionada por los tumores asociados a la infección, se realiza un abordaje integral. La prevención primaria se realiza a través de la educación sexual y la vacunación.

 

Se establece un esquema de aplicación de dos dosis separadas por un intervalo de 6 meses. Sin embargo, el doctor Pablo Bonvehi, jefe de Infectología del CEMIC y presidente de la comisión de vacunas de la SADI advirtió: “La cobertura en mujeres  de la primera dosis se encuentra entre el 80% y el 85%, pero la cobertura de la segunda vacuna es de aproximadamente el 50%”.

 

La vacuna previene los genotipos más frecuentes de alto riesgo y los más frecuentes de menor riesgo. Previene la infección por los tipos de VPH 16 y 18 de alto riesgo que causan el 80% de los cánceres de cuello de útero, ano, pene, boca o garganta y por los tipo 6 y 11 que causan el 90% de las verrugas genitales.

 

“Hay alrededor de 700.000 mujeres que deberían haber completado el esquema y todavía no lo hicieron. Todos las mujeres y varones deben iniciar el esquema y los que lo iniciaron y no lo completaron deben completarlo, sin importar el tiempo que haya pasado”, enunció la doctora Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología.

Las herramientas de la prevención primaria están disponibles, y son seguras y eficaces.