El pasado martes el salón multiusos del Club Deportivo y Cultural Barrio Rivadavia se llenó de las voces de los jóvenes y adultos judocas que desde marzo no concurrían a la entidad. Según comentó Luis Meritello, director e instructor de la escuela, cada practicante sacó su autorización correspondiente y asistió ya cambiado con su respectivo "Judogui" (equipo). "Las prácticas son para los judocas de más de 12 años, aún no se nos autorizó a recibir a los infantiles", confió Meritello.
El instructor destacó que el tatami se dividió con cintas plásticas delimitando las respectivas distancias a respetar y que se realizaron ejercicios individuales con movimientos y desplazamientos. Que se utilizaron accesorios, como como ligas (tubos de latex) que sujetos a la pared les permitían a los judocas hacer entradas o lances con esfuerzo. También se realizaron diferentes ejercicios con medicine ball, pelotas de 3 a 12 kg de peso.