El convenio fue signado por el director Regional Mendoza-San Juan del INTA, José Gudiño, y el propietario de Lomas del Sol SA, Francisco Paladini, junto al director de la EEA Mendoza INTA, Hernán Vila y el técnico de la empresa, licenciado Alberto Núñez. 

 

La empresa sanjuanina Lomas del Sol y el Centro Regional Mendoza-San Juan Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria -INTA- firmaron un convenio que los vincula técnicamente por tres años, para investigar el potencial de tres cultivos empleando aguas de reúso y a partir de ellos producir el combustible alternativo bioetanol. 

Dedicada la producción de pasas de uva, la empresa de la familia Paladino está dando un paso importante a fin de ampliar sus horizontes a través de la generación de bioetanol, un combustible que, se estima, tendrá demanda sostenida en el país durante los próximos años.  

Para ello han buscado el asesoramiento del INTA, con capacidades en la región para ensayar e investigar los aspectos productivos de este proceso. 

El convenio firmado el 27 de diciembre pasado, establece que el INTA "prestará asistencia técnica a Lomas del Sol para evaluar la potencialidad productiva de cultivos y procesos industriales destinados a la producción de bioetanol en la región de Cuyo".  

El convenio fue signado por el Director del Centro Regional Mendoza-San Juan INTA, José Gudiño, y el propietario de la mencionada empresa, Francisco Paladini, acompañados por el Director de la EEA Mendoza INTA, Hernán Vila y el técnico de Lomas del Sol, licenciado en química Alberto Núñez. 

La empresa sanjuanina quiere "aprovechar una oportunidad de negocio: las naftas actuales deben tener un corte de 12 % de bioetanol, porcentaje que seguramente irá en aumento. También pensamos en la creciente posibilidad de producir el alcohol que motorizará a los autos flex, cuando estos ya circulen por rutas argentinas", explicó Francisco Paladini en alusión a "lo visto en rutas de Brasil desde hace años". 

En este sentido, el licenciado Núñez consignó: "a partir del 2020, la Asociación de Fabricantes de Automotores -ADEFA-, va a empezar a producir todos sus vehículos con sistema flex, es decir, que pueden funcionar con naftas cortadas al 12 % o solamente con alcohol (etanol). Este escenario, si es bien aprovechado, tendrá buen impacto en las economías regionales". 
 

Trabajo en red 
 
Lomas del Sol producirá bioetanol en San Juan en coherencia con una visión: "promover la producción y utilización de energías alternativas a partir del uso de la uva, remolacha y el sorgo. La empresa exportadora busca fomentar el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible de energías renovables, objetivo compartido por el INTA. Este organismo prestará su colaboración a través de dos de sus unidades, las Estaciones Experimentales 
Agropecuarias San Juan y Mendoza". 

Para ello el INTA Mendoza se encargará de: 

* Desarrollar mejoras en los procesos de fermentación de uvas de alta producción (Ya hay avances, ver aparte). 

* Desarrollar y perfeccionar técnicas y procesos de fermentación del sorgo granífero y/o azucarado y de remolacha azucarera. 

El INTA San Juan por su parte tendrá a su cargo: 

* Evaluar el cultivo de sorgo granífero y/o azucarado y de remolacha azucarera mediante su riego con aguas de reúso (ya hicieron una experiencia cuatro variedades de sorgo y aguas salobres, en la localidad de Niquivil, Jáchal). 

* Investigar la producción de biomasa de caña de castilla para remediar aguas residuales, y proveer combustible para las calderas de la destilería de bioetanol. 

* Realizar la transferencia de conocimientos a Lomas del Sol sobre las técnicas de cultivo, riego y mecanización de la remolacha azucarera y el sorgo granífero y/o azucarado en las zonas de La Rioja, San Juan y Mendoza. 
 

 

Cultivo de sorgo regado con aguas salobres en la localidad de Niquivil, departamento Jáchal. 
Siembra de sorgo en condiciones normales en la localidad en la AER del INTA Pocito. 

 
A futuro 
 
El director Regional del INTA expresó que "para nosotros es sumamente importante, ya que nos vincula a una empresa con una demanda que nosotros hemos priorizado y es pertinente para la región. Atacamos una doble problemática, la del uso eficiente del agua y la de encontrar una alternativa al uso único de combustibles fósiles, a partir de recursos productivos locales o de excedentes, teniendo como premisas la sustentabilidad económica, ambiental y social".  

"La base de esta pirámide productiva en que estamos pensando serán los productores. Las hectáreas dispuestas para estos cultivos serán parceladas y allí podremos integrar a los productores, por ejemplo, en Niquivil, Jáchal. Estamos hablando de mucho volumen de producción que necesitamos. En el caso de la remolacha se trata de 2300 a 2600 hectáreas que hacen falta, lo que produciría aproximadamente 200 millones de kilogramos". 

La empresa sanjuanina trabaja junto al INTA Mendoza hace más de dos años y una vez sorteada la parte agronómica y de las fermentaciones de los cultivos, resolverá una tercera fase con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial -INTI-. Medirá la eficiencia de la transformación de los productos mencionados en etanol en Tucumán, donde cuenta con una planta piloto con equipamiento de alta tecnología provisto desde Alemania.  

Nuñez explicó: "Allí se analizará la cantidad y calidad del etanol obtenido según cada tipo de cultivo y, algo importante, se estudiarán tres alternativas para el reciclado de la vinaza, el residuo de la producción del bioetanol". 
La planta industrial prevista por Lomas del Sol está calculada para producir 48 mil metros cúbicos de bioetanol por año, es decir, unos 48 millones de litros anuales. Hoy en Argentina se producen aproximadamente 960 mil metros cúbicos de bioetanol. De llevarse a cabo este proyecto, habría, por otra parte, un gran ahorro en cuestiones de flete para las refinerías de la región. 

La planta piloto de vinos de INTA Mendoza ya realizó para la empresa sanjuanina, una fermentación experimental a partir de mostos de uvas criollas. Los ensayos consistieron en elaboraciones a escala piloto, probando diferentes cepas de levaduras Saccharomyces cerevisiae, en matrices de uvas criollas molidas y enriquecidas con mosto concentrado, buscando la mejor eficiencia fermentativa de las levaduras, para lograr la mayor concentración de etanol posible y ser utilizado luego en la producción de bioetanol. 

Los trabajos estuvieron a cargo del Ing. Agr. Santiago Sari y la Lic. Enol. Dolores Pérez. "Llegamos a 18º de alcohol, cuando lo requerido eran alcoholes potenciales desde 16 a 22º", indicó Sari.