Después de dos años de pandemia, la Misa de Ramos en la Catedral volvió a celebrarse con normalidad, aunque el uso de barbijos fue una constante entre los fieles.
Un centenar de sanjuaninos se dieron cita para ser parte de la misa oficiada por Monseñor Jorge Lozano.
A diferencia del año pasado, en esta oportunidad no hay restricciones de aforo por lo que los presentes pudieron ingresar al templo para pedir por los suyos , orar y conmemorar esta fecha tan especial para la comunidad católica.
Antes de la celebración, Monseñor difundió un mensaje en el que pidió por la paz en Urania.
"¿Para qué son los Ramos que nos llevamos a casa? Tienen una doble finalidad. Solemos colocarlos junto a una cruz que tenemos en la pared, o al lado de una imagen o estampita de la Virgen o alguno de los Santos que nos acompañan en nuestra vida de fe. De este modo, al mirar ese Ramo nos acordamos que hemos aclamado a Jesucristo como Rey de nuestra vida. Es un signo que nos recuerda haber rezado y cantado para que Él reine en nuestra vida, nuestra familia, nuestra patria. La otra finalidad es misionera. Es muy bueno llevar algún ramito a quienes no pudieron ir a la bendición y a la Misa. Siempre hay que pensar y tener en cuenta a los vecinos, familiares, o alguien enfermo.
Los ramos de olivo también son símbolos de paz. Imploremos por ella en Ucrania para que cese tanto horror y matanza", dijo Lozano.
