No le alcanzan las horas y casi que ni el corazón para procesar tantas emociones. Hace ya varios días llegó a Laborde (Córdoba) y no ha parado, entre ensayos, clases, presencias, visitas, notas y demás; y sin contar la invitación que tuvo para participar de la apertura del Festival de Doma y Folclore de Jesús María (el viernes pasado). Es parte del satisfactorio trajín que conlleva ser el Campeón Nacional de Malambo, título por el que compitió desde 2017 y que finalmente ganó en la edición pasada. Y como tal, Sergio "El Colo’ Zalazar no solo ha sido imagen del Festival Nacional de Malambo de Laborde, sino que también es la gran figura de esta 55ta. entrega que comienza esta noche, donde se lucirá a lo largo de las siete jornadas que dura el encuentro.
"Estoy muy a full’, dice desde las sierras el sanjuanino que, con su humildad y respeto característicos, disfruta segundo a segundo de esta recta final, que culminará en la madrugada del 15 de enero, con la entrega de la codiciada copa. Pero ya nadie le quitará este honor que lo flechó cuando era tan solo un nene que se había impuesto en la categoría Infantil y que se quedó arriba del escenario mirando la consagración del entonces ganador del rubro mayor. Con esa misma ilusión y redoblado esfuerzo volvió a abrazar el sueño una y otra vez. Así llegaron también las medallas de Campeón Juvenil y de Subcampeón, hasta obtener la máxima distinción… Inolvidables momentos junto a un gran equipo -donde están el primer Campeón Nacional sanjuanino, Sergio González (2005), Juan Peletier y Daniel Páez- que pueden sobrevolarse en un conmovedor video que Sergio compartió ayer (ese y otros están en las redes del Festival). Escenas que seguramente desfilan por su cabeza como una película, donde él es el actor principal. De todo esto habló con DIARIO DE CUYO.
-¿Cómo estás viviendo esta recta final?
– Con muchas cosas, muchas emociones… Siempre el último campeón es el homenajeado así que, por ejemplo, la apertura del festival, al ser yo de San Juan, es referida a la provincia y estoy como protagonista. Es un cuadro de unos 30 minutos que muestra San Juan al país, es muy lindo. Además, como Campeón, abro el rubro de Aspirante todos los días con el Ballet de Laborde y la canción del malambo; y doy un taller (el 12). Y en la última noche también me despido con mi malambo. Ahí estaré con Sergio González en bombo y con Daniel Páez en recitado, Juan Pelletier no pudo venir, así que buscaré un guitarrista acá… Por eso estoy a full con los ensayos también…
– ¿Estar ahí te recuerda tu consagración?
– ¡Sí! Es que fue tremendo todo lo que se vivió, muy lindo, toda la gente que siguió la transmisión y creo que este año será algo parecido, aunque ahora habrá más gente de San Juan, porque está la totalidad de los rubros en competencia.
– Pero ahora volvés como Campeón, es otra cosa…
– Sí… (hace una pausa) Este año es totalmente distinto y único. Siempre he venido a competir, con todo lo que eso significa, nervios, tensiones… y este año me toca estar del otro lado, como consagrado, como campeón, a disfrutar todo lo que me toca vivir. Hay mucho disfrute, mucho disfrute…
– ¿En qué cambió las cosas este título?
– Lograr salir Campeón en Laborde es lograr un sueño que tenía desde chico, pero no me imaginaba todo lo que venía después y la verdad que ha sido una año hermoso, muy intenso, con muchas actividades, muchos viajes… He podido recorrer muchas provincias como jurado, talleres, presentaciones y he conocido mucha gente linda. He podido disfrutar como Campeón, en el país y en mi querido San Juan, recibiendo mucho cariño de la gente y eso es lo más lindo que me ha tocado vivir, especialmente de los chicos a los que les gusta y practican el malambo. Eso es lo que más rescato y guardo de este año de Campeón de Malambo. El Festival Nacional de Malambo es el festival máximo que consagra al Campeón Nacional, que es el referente máximo en el país; así como para el fútbol es un mundial, para los malambistas es Laborde (risas)
– Un gran sueño cumplido y una responsabilidad…
– Por supuesto, porque un Campeón tiene que ser ejemplo, no solo arriba del escenario como artista sino también como persona, especialmente para los chicos que lo ven a uno como un ídolo. No por mí, a cualquiera que sale campeón lo toman como referente, quieren tocarlo, sacarse fotos… Sí, es una responsabilidad, pero muy linda, de poder guiarlos y charlar, contarles la historia de uno para motivarlos e incentivarlos a luchar por sus metas.
– ¿Te ves reflejado en esos niños que se te acercan?
– Sí, por supuesto, porque yo llegué a Laborde con ocho años. Siempre cuento que cuando recibí el premio de Categoría Infantil, subí al escenario y me quedé para ver la consagración del Campeón Nacional y desde ese momento quise consagrarme algún día. Siempre vi al Campeón como un referente o un ídolo, a cada Campeón que salía…
– Y ahora vos sos el referente…
– Es impresionante, no lo puedo creer aún. Los niños de la escuela de danzas de Laborde vienen a verme, me saludan, me piden fotos, quieren hacerse un traje igual al mío (risas)… Es muy lindo, una emoción muy grande. Y hay que aprovecharlo para bien, para ser un buen ejemplo para los chicos.
– ¿Cómo te imaginás la última noche del festival, cuando entregues la copa?
– El que sale Campeón no pierde el título, es Campeón siempre, en mi caso Campeón Nacional 2022, así que creo que será con mucha felicidad y emoción. Pero sí sé que se cierra una etapa, ya no seré el último campeón ni el actual, habrá otro, pero me la imagino con mucha felicidad. Y orgulloso de haber logrado lo que se logró para la provincia, de cerrar ese ciclo.
– ¿Y después qué sigue?
– Siempre seguiré ligado al malambo porque es lo que me apasiona. No podré volver a competir en este rubro, pero sí en otros como cuarteto o cuando sea veterano (risas), así que me veo viniendo nuevamente a Laborde, participando o ayudando a otros malambistas que quieran cumplir su sueño, porque uno puede guiar, preparar y acompañar en ese camino, como grandes amigos y profesionales acompañaron el mío. A mí me gustaría volver a competir, porque es lo que uno ama. Por más que este gran sueño esté realizado, uno sigue disfrutando de lo que hace, sí que yo seguiré zapateando más allá de que el logro máximo esté cumplido.