Alentado por el mayor nivel de inversión, el sector agropecuario y en menor medida el consumo, el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina creció un 2,9 por ciento en 2017, tras haber registrado una caída de un 1,8 por ciento corregido en el año previo, informó ayer el Instituto nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Con este nivel de la actividad económica, el Gobierno evitaría pagar millones a los tenedores de cupones (bonos) de deuda atados al PBI, ya que no alcanza el límite de 3,0 por ciento pautado.
Este resultado se obtuvo luego que el PBI se incrementara 3,9% en el cuarto trimestre del año con respecto a igual período de 2016, y una mejora de 1% en relación al tercer trimestre de 2017.
La suba del 2,9% del año pasado resultó la mayor desde el 2011, y compensó la caída del 1,8% que mostró el PBI en 2016. El componente de la demanda agregada que lideró el crecimiento en 2017 fue la inversión, que avanzó 11,3%, la mayor suba desde 2011. El consumo privado también mostró un importante incremento de 3,6%, porcentaje que incluso lo ubica por encima de la evolución del PBI.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró en los últimos días que este año la economía volverá a crecer “cerca del 3%, lo que marcará la segunda suba consecutiva, algo que no se producía desde el bienio 2010/2011.