Los armarios de zapatos más virales siempre parecen una tienda de lujo, con todos los modelos altos en tendencia y en todos los colores que te puedas imaginar, con plumas, cintas y bordados incluidos. Y es que un zapato fabuloso puede mejorar cualquier atuendo.  Sin embargo, es el momento de los zapatos que no parecen zapatos.

Todo comenzó cuando la firma The Row, de Ashley y Mary-Kate Olsen, lanzó para la colección de Pre-Otoño 2022, sandalias de cuero, transparentes combinadas, con calcetines tabi. En general, ellas siempre buscan la manera de mostrar los pies sin que estos se vean. 

A Proenza Schouler también le ha gustado este concepto de no llevar zapatos. La colección de Otoño 2022 de la marca incluyó estos zapatos ligeros de cuero negro, moldeados como una segunda piel, que muestran las caídas y los valles de cada uno de los dedos. 

Los combinaron con medias negras súper opacas. Estos zapatos eliminaban por completo la formalidad que el calzado, por lo general, le da un look. Sólo cuando las modelos se daban la vuelta se podía ver un tirador de cuero blanco en contraste, que nos recordaba que los pies estaban realmente protegidos del piso. 

La joven diseñadora Talia Byre también se ha sumado a esta tendencia, combinando estas zapatillas negras con prendas de punto y de sastrería. Es por eso que decimos que la temporada también estuvo marcada por las bailarinas no tan evidentes de Yvonne Rainer y Trisha Brown. Estos últimos modelos no gritaban ‘¡ballet!’, pero sí se veían absolutamente modernas (aunque esta zapatilla es ciertamente una prima de las bailarinas, la primera puede distinguirse por su empeine más alto y por no crear una línea elegante que rodee el pie).

Incluso Tory Burch, que no es famosa por crear piezas minimalistas, mostró zapatillas negras de cuero de punta cuadrada a la altura del tobillo (que no entran en la categoría de bota), excepto que las suyas estaban puntuadas por una franja de color atrevido, e incluso vimos un modelo con un punto rojo brillante justo en la punta.

Lo que ocurre con todos estos pequeños y extraños zapatos es que, en su esfuerzo por ser lo menos intrusivos posible, se convierten en la estrella del espectáculo.

 

Fuente: Vogue